El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha expresado su descontento con la reciente ceremonia de inauguración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En una conversación con trabajadores de la planta automovilística de Minsk, Lukashenko comentó que no le gustó que Trump dedicara una parte significativa de su discurso a menospreciar a su predecesor, Joe Biden.
Durante sus declaraciones, Lukashenko se mostró crítico hacia la actitud de Trump, sugiriendo que el nuevo presidente debería haber evitado centrarse en Biden, a quien describió como un «hombre mayor» que ya había sido objeto de suficientes críticas. «Lo vi sentado, parecía más decente que Trump mismo. Estaba ahí, encorvado», recordó Lukashenko, sugiriendo que Trump ya había dicho todo lo que tenía que decir sobre Biden y que no era necesario seguir atacándolo.
Reflexiones sobre la política estadounidense
El líder bielorruso también se refirió a la vicepresidenta Kamala Harris, a quien describió como una «pobre mujer» que fue «lanzada a la superficie contra Trump». A pesar de sus críticas, Lukashenko reconoció el esfuerzo de Harris, afirmando que «luchó y se mantuvo firme» y que no era necesario destruir a sus oponentes políticos. Estas declaraciones reflejan una perspectiva que, aunque crítica, busca mantener un cierto nivel de respeto en el discurso político.
Lukashenko, quien ha sido objeto de críticas internacionales por su propio estilo de gobernanza, afirmó que se desconectó de la ceremonia de inauguración en el momento en que Trump comenzó a insultar a Biden y Harris. Según él, un presidente no debería ofender a sus predecesores, sino centrarse en corregir los errores de la administración anterior. Esta postura contrasta con la retórica habitual en la política estadounidense, donde los ataques personales son comunes.
En un contexto más amplio, Lukashenko también hizo hincapié en la importancia de que las elecciones presidenciales en Bielorrusia, programadas para el 26 de enero, se lleven a cabo de manera digna y sin violencia, evitando así lo que él calificó como un «espectáculo al estilo estadounidense» en referencia a la polarización y la violencia que caracterizaron las últimas elecciones en EE. UU. «Necesitamos que esta elección se realice de manera digna, para evitar críticas innecesarias», concluyó.