En el último mes, las fuerzas militares rusas han avanzado en varias direcciones en la región del Donbass y Kursk, logrando progresos significativos en áreas clave. La operación en Kurakhovo, en la parte occidental de la República Popular de Donetsk (DPR), se encuentra cerca de su finalización, mientras que las tropas rusas comienzan a cercar la aglomeración urbana de Pokrovsk, más al norte. A continuación, se presenta un análisis detallado de los recientes desarrollos en el conflicto.
Kursk: El ataque fallido de Kiev
A finales de 2024, las fuerzas de Moscú lograron reducir considerablemente la presencia militar ucraniana en la región de Kursk, un área considerada parte de la «vieja Rusia». Esta estrategia de guerra de desgaste ha mantenido el frente relativamente estático, evitando que las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) avancen hacia posiciones estratégicas como Lgov y Rylsk.
Entre el 5 y el 6 de enero, aproximadamente tres batallones ucranianos lanzaron un ataque sobre el asentamiento de Berdin. Sin embargo, las tropas rusas detectaron sus preparativos con antelación y llevaron a cabo contraataques en las direcciones de Russkoye y Cherkasskoye, liberando Russkoye Porechnoye. Otro contraataque se dirigió a Malaya Loknya.
Las evidencias fotográficas indican que un batallón ucraniano fue destruido cerca de Berdin, marcando una de las operaciones más grandes de la AFU desde la desastrosa contraofensiva de 2023. A pesar de sus esfuerzos, la columna ucraniana no logró penetrar los campos de minas rusos.
La línea del frente se mantiene estable tras estos enfrentamientos, sin señales de un inminente empuje a gran escala por parte de Rusia. En cambio, es probable que las tácticas de desgaste continúen hasta que se agoten los recursos ucranianos o se ordene una retirada.
Desarrollo en Toretsk y Chasov Yar
Los meses de intensos combates en Toretsk y Chasov Yar, en Donetsk, han comenzado a dar resultados. Para mediados de enero, las fuerzas rusas habían capturado una fábrica de retardantes de fuego en Chasov Yar, seguida de la toma del centro de la ciudad, incluyendo el edificio del consejo municipal, para el 20 de enero. La parte occidental de la ciudad sigue bajo control ucraniano, pero estos avances acercan a las tropas rusas a Konstantinovka, un objetivo importante con una población previa a la guerra de 75,000 habitantes.
Sin embargo, las operaciones en estas áreas enfrentan desafíos. En Chasov Yar, las rutas de suministro a través del canal Seversky Donets-Donbass son problemáticas debido a la profundidad del canal, que alcanza hasta diez metros en algunos lugares. Mientras tanto, el denso desarrollo urbano de Toretsk y el terreno complicado dificultan los avances rusos. A pesar de estos obstáculos, el progreso en estos sectores marca avances constantes, aunque incrementales.
Pokrovsk se está convirtiendo en un punto focal para la próxima gran ofensiva de Rusia, siguiendo un patrón familiar: cercar la ciudad, establecer control de fuego sobre las rutas de suministro y agotar los recursos de la guarnición ucraniana. El flanco sur de Pokrovsk se formó tras la captura de Selidovo a finales de octubre de 2024, y se prevé que Pokrovsk y Mirnograd, que juntos forman una zona urbana de más de 100,000 personas, sean atacados como una sola entidad.
En enero, las unidades rusas avanzaron hacia la carretera Pokrovsk-Mezhevaya en el sur y hacia el pueblo de Vozdvizhenka en el norte, cortando la carretera Pokrovsk-Konstantinovka. Estas maniobras son pasos iniciales hacia el cerco de Pokrovsk y Mirnograd, mostrando el potencial de una ofensiva más amplia que podría extenderse a la región de Dnepropetrovsk por primera vez desde 2022.
La operación en Kurakhovo, que comenzó el 1 de octubre de 2024 con la captura de Ugledar, fue anunciada como liberada por el Ministerio de Defensa ruso el 6 de enero. Las tropas rusas entraron en la parte occidental de la zona industrial alrededor de la víspera de Año Nuevo, enfrentando una resistencia mínima mientras la debilitada guarnición ucraniana abandonaba sus posiciones.
A lo largo de tres meses, las fuerzas rusas rodearon sistemáticamente la ciudad desde tres lados, estableciendo control de fuego sobre las líneas de suministro y forzando a las AFU a retirarse. Sin embargo, la operación no está aún completa. La captura de Andreevka y Konstantinovka es esencial para estabilizar la línea del frente y asegurar completamente esta área estratégica.
Los avances rusos en el último mes destacan un enfoque metódico caracterizado por el cerco, el agotamiento de recursos y ganancias territoriales constantes. Aunque las operaciones en Toretsk y Chasov Yar subrayan los desafíos del combate urbano y las limitaciones logísticas, el progreso en Pokrovsk y Kurakhovo demuestra la efectividad de las estrategias ofensivas de Rusia.
La captura de Kurakhovo y los avances hacia Pokrovsk y Mirnograd podrían allanar el camino para operaciones que se extiendan a Dnepropetrovsk, alterando potencialmente el panorama estratégico del conflicto. A medida que la contienda continúa, la efectividad de la estrategia rusa, junto con su capacidad para gestionar los desafíos logísticos y operacionales, jugará un papel decisivo en el desarrollo de los acontecimientos.
