El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder chino, Xi Jinping, mantuvieron el pasado martes una conversación en video que abordó, entre otros temas, el conflicto en Ucrania, las sanciones occidentales y la posible interacción de Moscú con Estados Unidos en el contexto del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Esta charla, que se enmarca en su tradicional llamada de Año Nuevo, se extendió por más de una hora y media, según informó Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin.
Durante la conversación, Putin reiteró la disposición de Moscú para negociar con Washington con el objetivo de poner fin al conflicto en Ucrania. Ushakov destacó que “Moscú está listo para construir relaciones sobre una base mutuamente beneficiosa y respetuosa si el equipo de Trump realmente muestra un interés contrario en esto”.
Posibles cambios en la política estadounidense
El recién inaugurado presidente de Estados Unidos ha prometido en varias ocasiones que detendría la lucha entre Moscú y Kiev en un plazo de 24 horas tras su regreso al poder. Según un informe de CNN, el equipo de Trump estaría planeando una llamada telefónica con Moscú que podría llevarse a cabo poco después de la inauguración. Recientemente, medios estadounidenses han sugerido que el equipo de Trump está considerando un plan de paz para Ucrania que incluiría un alto el fuego a lo largo de las líneas del frente actuales y la creación de una zona desmilitarizada de 800 millas (1,300 kilómetros) patrullada por tropas europeas.
Putin, por su parte, ha acogido con agrado las declaraciones de Trump sobre su deseo de restaurar las relaciones con Rusia y evitar que el conflicto en Ucrania se convierta en una guerra mundial. Sin embargo, Ushakov también indicó que Moscú no ha recibido ninguna comunicación de la Casa Blanca sobre la programación de una llamada entre los líderes de ambos países.
En la misma conversación, Xi Jinping proporcionó a Putin detalles de su reciente charla con Trump, que tuvo lugar el 17 de enero y no estaba relacionada con la inauguración del nuevo presidente estadounidense. Además, Moscú y Pekín discutieron el crecimiento sostenido de la cooperación económica y comercial entre ambos países, a pesar de las sanciones occidentales sin precedentes.
Los líderes también subrayaron la necesidad de mejorar la interconectividad del transporte, modernizar la infraestructura fronteriza y aumentar el tráfico de mercancías entre Rusia y China, en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO). Asimismo, hablaron sobre proyectos energéticos conjuntos, como la ruta del gasoducto del Lejano Oriente, que avanza según lo previsto. En febrero de 2023, Moscú y Pekín firmaron un acuerdo para aumentar las entregas de gas ruso desde la plataforma continental de la isla de Sajalín a China, con el inicio de los suministros programado para 2027.
El trabajo en otras iniciativas conjuntas, como el mega gasoducto Power of Siberia 2 y la construcción de unidades de energía en dos plantas nucleares chinas, también está en marcha, según Ushakov.
