Un nuevo estudio ha puesto en evidencia el potencial del biochar como una solución efectiva para la eliminación de dióxido de carbono (CO₂) a largo plazo, superando las expectativas previas y cuestionando los modelos utilizados por los organismos internacionales, como el IPCC, en sus políticas climáticas. Esta investigación, liderada por el profesor Hamed Sanei de la Universidad de Aarhus, ha sido publicada recientemente en la revista Biochar.
El biochar, un material rico en carbono producido mediante la pirolisis de biomasa, ha sido reconocido por sus beneficios en la mejora de la salud del suelo y su capacidad para secuestrar carbono. Sin embargo, su potencial como una solución permanente para la eliminación de CO₂ ha sido subestimado en los modelos convencionales, lo que ha llevado a que no se le dé la prioridad adecuada en las estrategias climáticas globales y europeas.
Una reevaluación del biochar
El estudio de Sanei y su equipo revela fallos críticos en los modelos de cálculo de carbono que han sustentado las políticas climáticas del IPCC y otros organismos europeos. Al corregir estas inexactitudes, se puede elevar el biochar a su lugar como una opción de almacenamiento de carbono altamente fiable. «Los modelos anteriores subestimaban la estabilidad del carbono almacenado en el biochar», afirmó Sanei, quien dirige el Laboratorio de Carbono Orgánico Litosférico en Dinamarca.
Investigaciones previas de Sanei junto con Henrik Ingermann Petersen ya habían demostrado que el biochar puede almacenar carbono durante millones de años. La nueva investigación destaca cómo los modelos actuales no reflejan con precisión esta estabilidad a largo plazo, lo que ha relegado al biochar en las discusiones sobre el cambio climático.
Los autores del estudio subrayan que, al abordar estas concepciones erróneas, se establece una base sólida para que el biochar sea reconocido como una tecnología de almacenamiento de carbono efectiva, escalable y duradera. «El biochar ha sido una oportunidad perdida en la lucha contra el cambio climático», señaló el profesor Ingermann Petersen desde el Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia (GEUS).
El estudio no solo aporta claridad sobre el papel del biochar, sino que también proporciona a los responsables de políticas y partes interesadas las herramientas necesarias para integrarlo de manera confiable en los mercados de carbono. En este contexto, Dinamarca se posiciona como un líder en iniciativas climáticas innovadoras, habiendo identificado el biochar como un componente crítico de su estrategia para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
Los autores esperan que sus hallazgos impulsen acciones inmediatas entre los responsables políticos, líderes de la industria e investigadores. Con modelos precisos y respaldados por los últimos hallazgos experimentales, el biochar y la pirolisis lenta pueden asumir un papel central como una solución científicamente validada para la eliminación de CO₂.
La investigación marca un paso crucial hacia la integración de tecnologías como el biochar en la lucha contra el cambio climático, ofreciendo un camino claro hacia su implementación a gran escala.
