Un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Portsmouth ha revelado la influencia significativa que las conexiones políticas de alto nivel en los consejos de administración de las empresas pueden tener sobre la percepción del mercado respecto al valor de sus reservas de efectivo. Este análisis, que abarca un periodo de nueve años y 16,706 datos de empresas chinas, ha puesto de manifiesto cómo el poder político puede afectar la dinámica financiera de las organizaciones.
Las empresas con vínculos políticos suelen beneficiarse de favores económicos, pero hasta ahora no se había cuantificado de manera precisa esta relación. El estudio concluye que los directores con un alto nivel de poder político, aquellos clasificados en el nivel de Buró-Departamento o superiores dentro de la administración pública china, son capaces de facilitar el flujo de recursos monetarios a través de un mejor acceso a oportunidades de inversión. En contraste, aquellos directores con poder político de bajo nivel apenas tienen un impacto en el valor del efectivo corporativo.
Implicaciones para la gobernanza corporativa
El autor principal del estudio, el profesor Jia Liu, director del Centro de Finanzas Innovadoras y Sostenibles de la Universidad de Portsmouth, ha señalado que aunque el enfoque principal se centra en China, los hallazgos tienen implicaciones universales. La investigación sugiere que los consejos de administración deben evaluar no solo la experiencia profesional de los posibles directores, sino también sus conexiones políticas, con el fin de maximizar el valor de la empresa.
Además, los gobiernos y organismos reguladores pueden beneficiarse de estas conclusiones para desarrollar políticas de gobernanza corporativa que fortalezcan el crecimiento económico en lugar de favorecer el beneficio individual. Liu enfatiza que el capital político puede ser una herramienta para impulsar la economía y mantener modelos de negocio robustos, aunque también advierte sobre el riesgo de abuso en la relación entre el sector empresarial y el gobierno. La lucha contra la corrupción y la promoción de la transparencia son aspectos críticos que deben ser abordados.
Un ejemplo reciente que ilustra estos peligros es el caso de Michelle Mone en el Reino Unido, donde se la acusa de haber ayudado a una empresa vinculada a su familia a obtener contratos gubernamentales durante la pandemia de COVID-19. Este tipo de situaciones pone de manifiesto la necesidad de un monitoreo más estrecho de las relaciones entre políticos y empresas para evitar posibles corruptelas.
En el contexto norteamericano, la reciente designación de Elon Musk como copresidente del recién creado Departamento de Eficiencia del Gobierno por parte del expresidente Donald Trump también ha suscitado críticas. Este nombramiento ha llevado a muchos a cuestionar si tales relaciones pueden influir de manera desproporcionada en las políticas gubernamentales y en el entorno regulatorio que afecta sus negocios.
Los hallazgos de este estudio no solo son relevantes para las empresas y los gobiernos, sino que también abren el debate sobre la ética en las conexiones políticas y la necesidad de establecer marcos regulatorios más sólidos que mantengan el equilibrio entre el poder empresarial y el político.
Más información: Jia Liu et al, Hierarchical Political Power and the Value of Cash Holdings, British Journal of Management (2025). DOI: 10.1111/1467-8551.12893
