El cabaret, un símbolo de la cultura francesa, recibirá un importante impulso económico gracias a las nuevas medidas anunciadas por la ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati. Esta iniciativa busca reconocer y proteger esta forma de entretenimiento, que ha sido parte integral de la identidad cultural del país, destacando su conexión con la libertad y la creatividad.
La ministra Dati ha detallado una serie de propuestas que suman un total de 475,000 euros, destinadas a fortalecer la visibilidad del cabaret y otorgarle el reconocimiento que merece. En Francia, existen aproximadamente 200 cabarets que generan unos 5,000 empleos, de los cuales 1,600 son artistas. Cada año, estos establecimientos atraen a cerca de 2.7 millones de espectadores, generando una facturación anual de 225 millones de euros.
Dado que el cabaret es un sector de gestión privada, actualmente está exento del crédito fiscal para las actuaciones en vivo. La ministra ha expresado su apoyo a la campaña del sector para ser incluido en este beneficio fiscal. Dentro de los fondos destinados, 150,000 euros se utilizarán como un fondo de apoyo para el desarrollo de personajes y actos, mientras que 75,000 euros estarán destinados a residencias para cabaret. Además, se han asignado 200,000 euros para financiar eventos, espectáculos y un pódcast para la próxima temporada de cabaret, junto con 50,000 euros para la investigación y publicaciones sobre esta forma artística.
Uno de los aspectos destacados de estas medidas es el apoyo a la candidatura del can-can, el famoso baile de altas patadas, para ser incluido en el inventario nacional del patrimonio cultural inmaterial de Francia. El Moulin Rouge, emblemático cabaret parisino que celebró su 135 aniversario el año pasado, ha sido un punto de referencia en la historia del cabaret, albergando a algunos de los bailarines más talentosos del siglo XX.
El propietario del Moulin Rouge, Jean-Victor Clérico, ha señalado que este reconocimiento es fundamental para reforzar la presencia del cabaret en el panorama cultural francés. Aunque el Moulin Rouge es el cabaret más conocido, Dati ha enfatizado que muchos de estos espacios se encuentran en comunidades rurales, proporcionando revues artísticas a los locales y sirviendo como plataformas valiosas para artistas, incluidas iniciativas que apoyan a la comunidad LGBT+.