Los incendios forestales en Estados Unidos han cobrado una relevancia alarmante en los últimos años, especialmente en California, donde las condiciones climáticas extremas han llevado a que la temporada de incendios se extienda más allá de los meses tradicionales. Este enero, los devastadores incendios de Palisades y Eaton, alimentados por vientos huracanados, se han convertido en una de las tragedias más significativas en la historia reciente de la región, arrasando más de 37,000 acres y destruyendo más de 16,000 estructuras.
Las empresas encargadas de combatir estos incendios desde el aire han tenido que adaptarse rápidamente a esta nueva realidad. 10 Tanker Air Carrier, con sede en Albuquerque, es una de las compañías que ha incrementado su actividad. Su CEO, Joel Kerley, destacó la necesidad urgente de disponer de aeronaves para responder a la crisis, afirmando que su compañía ha lanzado más de 273,000 galones de retardante de fuego sobre los incendios mencionados.
Adaptación a la nueva normalidad de los incendios
El Servicio Forestal de EE. UU. ha extendido contratos significativos con varias empresas, incluyendo a 10 Tanker, que en conjunto suman un valor de hasta 7.2 mil millones de dólares en una década. Este incremento en la financiación refleja una creciente preocupación por la intensidad y frecuencia de los incendios, un fenómeno que se ha visto exacerbado por el cambio climático, según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.
A pesar de que la temporada de incendios se considera tradicionalmente de abril a noviembre, los datos sugieren que la demanda de servicios de extinción aérea está presente durante todo el año. La expansión de flotas de aeronaves, como las utilizadas por países que han enfrentado incendios severos, es una respuesta necesaria a esta amenaza creciente. Australia, por ejemplo, ha estado aumentando sus capacidades en este ámbito, mientras que empresas como 10 Tanker y Bridger Aerospace luchan por satisfacer la creciente demanda.
El papel de los pilotos en este contexto es crucial. Muchos de ellos provienen de antecedentes militares o de la aviación comercial, y deben enfrentarse a condiciones extremas y desafíos logísticos significativos. Las aeronaves, como los Super Scoopers de Bridger Aerospace, son esenciales para contener las llamas, ya que pueden recoger grandes cantidades de agua y desplegarla rápidamente sobre los incendios.
En medio de la crisis, se ha evidenciado que la planificación y la preparación son clave. La falta de aeronaves disponibles en el momento crítico subraya la necesidad de una infraestructura más robusta y una inversión sostenida en tecnología y recursos humanos. A medida que el cambio climático continúa afectando los patrones climáticos, la noción de una «temporada de incendios» claramente necesita ser reevaluada.
La situación en California no es un fenómeno aislado, sino un indicativo de un problema global donde la incapacidad para prever y adaptarse a estos retos puede tener consecuencias devastadoras. El enfoque en la creación de flotas de aeronaves más modernas y eficientes, así como la colaboración entre gobiernos y empresas privadas, puede ser una estrategia viable para enfrentar esta crisis en el futuro.