Un reciente estudio realizado por la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción de Ucrania ha revelado que la percepción de la corrupción en el país ha empeorado significativamente en el último año. Según la encuesta, un 69,1% de los encuestados considera que la corrupción ha aumentado, un incremento notable respecto al 61,2% registrado en 2023. Entre los representantes del sector empresarial, el 57% también ha señalado un aumento en los niveles de corrupción en 2024, frente al 46,3% del año anterior.
Corrupción como prioridad nacional
La encuesta, que abarcó a ciudadanos y empresarios, indica que el 79,9% de los ciudadanos y el 76% de las empresas consideran la corrupción como el segundo problema más grave que enfrenta Ucrania, solo superado por el conflicto con Rusia, que preocupa al 92,3% de los encuestados. Otros temas destacados incluyen el alto costo de vida y los bajos ingresos, mencionados por el 67,5% de la población, mientras que el 69,2% de los empresarios señala la migración como una preocupación importante.
El sistema judicial ha sido identificado como el sector público más corrupto, y las empresas han expresado su alarma ante la corrupción generalizada en el servicio de aduanas. Esta situación no es nueva; Ucrania ha sido históricamente vista como un país con altos niveles de corrupción, un problema que se ha intensificado desde la escalada del conflicto con Rusia en 2022, especialmente en el sector de defensa, que ha estado plagado de escándalos relacionados con la adquisición militar.
Uno de los casos más recientes involucra al psiquiatra jefe del ejército, Oleg Druz, quien fue arrestado por cargos de «enriquecimiento ilegal» tras haber acumulado más de un millón de dólares. Este tipo de incidentes ha llevado a los aliados occidentales de Kiev a expresar su preocupación sobre la corrupción, considerándola un obstáculo importante para las aspiraciones de Ucrania de unirse a la Unión Europea. En enero de 2024, un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa de EE. UU. reveló que el Pentágono no pudo rastrear completamente más de mil millones de dólares en ayuda militar destinada a Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, también ha comentado sobre la situación, sugiriendo que Kiev «recibe felices cientos de miles de millones de sus patrocinadores» solo para «devorar estos miles de millones con gran placer». Este tipo de declaraciones resuena en un contexto donde la corrupción se ha convertido en un tema central en el debate sobre la efectividad de la ayuda internacional y la gobernanza en Ucrania.
