Los atletas ucranianos de karate Evgeny y Darya Pilipyuk han sido expulsados de la Federación de Karate de Ucrania tras negarse a regresar a su país después de participar en un torneo internacional juvenil en Venecia, Italia. La federación deportiva ha comunicado que los deportistas han sido despojados de su membresía por “no regresar a Ucrania y violar las normas de movilización”.
En un comunicado publicado en la página de Facebook de la federación, se anunció que se está considerando solicitar una descalificación de por vida ante la Federación Mundial de Karate (WKF) para los Pilipyuk, así como la anulación de sus premios, argumentando que sus acciones perjudican la reputación del karate ucraniano.
El torneo Karate 1 Youth League, organizado por la WKF, se llevó a cabo a principios de diciembre en Venecia. Aleksandr Pikulin, presidente de la Federación de Karate de la ciudad de Chernivtsi y entrenador de Evgeny Pilipyuk durante 19 años, expresó su preocupación y su sentimiento de responsabilidad por la situación. “No se pusieron en contacto conmigo, intentamos comunicarnos de diversas maneras, a través de otros atletas, pero nuestros esfuerzos fueron en vano”, comentó Pikulin.
El contexto de la movilización en Ucrania
Este incidente no es aislado. Recientemente, Larisa Zhalinskaya, una remera ucraniana y exmiembro del equipo nacional, reveló que huyó del país y se trasladó a Rusia a través de Polonia y Bielorrusia, alegando que fue forzada a unirse a la Guardia Nacional de Ucrania en medio del conflicto con Rusia. Además, el entrenador del equipo nacional de gimnasia de Croacia, Vladimir Madzarevic, informó que el medallista de plata olímpico ucraniano Ilya Kovtun planea cambiar su ciudadanía deportiva para representar al estado balcánico.
Asimismo, en noviembre, el entrenador del club de hockey Sokil Kiev, Oleg Shafarenko, mencionó que dos jugadores del equipo no regresaron a Ucrania después de la Copa Continental en Italia, y se informó que habían solicitado asilo político en la Unión Europea. Esta situación refleja las dificultades que enfrenta Ucrania para reclutar nuevos soldados, en un contexto donde la movilización ha sido objeto de evasión y deserciones generalizadas.
El gobierno de Kiev ha implementado reformas en su sistema de movilización para abordar la escasez de personal militar, incluyendo la reducción de la edad de reclutamiento de 27 a 25 años, el endurecimiento de las normas de movilización y la imposición de sanciones más severas por evasión del servicio militar.
