El Papa Francisco ha alertado a los católicos sobre el riesgo de lo que ha denominado “podredumbre cerebral”, un término que hace referencia a la alienación provocada por el consumo excesivo de contenido en redes sociales. En un discurso dirigido a periodistas y profesionales de la comunicación en el Vaticano, el pontífice instó a los comunicadores a contar “historias de esperanza” en lugar de dejarse llevar por la negatividad que a menudo predomina en el panorama informativo actual.
Durante su intervención, el Papa subrayó que “la comunicación implica salir un poco de uno mismo para ofrecer algo de mí a otro”. En este sentido, hizo un llamado a los jóvenes para que desarrollen habilidades de pensamiento crítico y eviten caer en la trampa de la “podredumbre cerebral”, un fenómeno que ha cobrado relevancia entre la generación Z, que lo utiliza para describir un estado de desconexión derivado del consumo excesivo de contenido digital.
Un llamado a la responsabilidad en el periodismo
El pontífice enfatizó la necesidad de contar con “emprendedores valientes, ingenieros de la información valientes”, para que la belleza de la comunicación no se vea corrompida. Francisco instó a los periodistas a “contar historias impregnadas de esperanza, preocuparse por nuestro destino común y esforzarse por escribir juntos la historia de nuestro futuro”.
Además, el Papa recordó a los 120 periodistas que perdieron la vida en 2024, muchos de ellos mientras cubrían el conflicto entre Israel y Hamas en Gaza. “Este es un momento difícil en la historia de la humanidad, con el mundo aún herido por guerras y violencia, por el derramamiento de tanta sangre inocente”, afirmó, añadiendo que “cuando se informa sobre el mal, se debe dejar espacio para la posibilidad de reparar lo que ha sido desgarrado”.
Francisco ha sido un crítico habitual de las redes sociales. En una entrevista con CBS News el verano pasado, cuestionó el tiempo que las personas dedican a ver televisión o a utilizar sus teléfonos móviles, preguntándose “¿Cuántas horas pasa una persona frente a la televisión o en sus pequeños teléfonos? ¿Cuántas horas?”