Japón ha defendido con éxito su título al vencer a Francia y hacerse con la medalla de oro en la Copa del Mundo de Pastelería 2025, celebrada en Lyon. Este evento ha marcado un hito para Malasia, que logró su primer podio en esta prestigiosa competencia.
La temática de este año se centró en el patrimonio nacional, planteando a los 18 equipos participantes la pregunta de cómo representar a su país a través de un postre gourmet. Con un tiempo límite de nueve horas, los equipos tuvieron que demostrar su creatividad y destreza en la pastelería. Las creaciones ganadoras de Japón incorporaron elementos tradicionales como la naranja Kyomi, obleas de arroz y un recurrente tema de libélulas.
Por su parte, el equipo italiano se inspiró en los limones de Amalfi y las avellanas, creando una serie de pasteles que hacían homenaje a Leonardo da Vinci, incluyendo uno que representaba el diseño de su famoso dirigible. Chile, en un giro más exótico, utilizó hibisco, mango y Limón de Pica para elaborar un postre congelado con temas de fuego y dragón.
La competencia no solo exige un alto nivel técnico, sino que también plantea el desafío de equilibrar la identidad nacional con los gustos de un jurado internacional. El reconocido chef pastelero francés Patrick Chevallot, en declaraciones a Euronews, comentó que “hay que encontrar sabores que sean accesibles, que atraigan, pero que también mantengan un vínculo con la historia y tradiciones del país”.
Cada equipo, compuesto por un chocolatero, un experto en azúcar y un maestro heladero, debe presentar cinco creaciones distintas, que incluyen un postre congelado, un postre de restaurante, una escultura de hielo y una elaborada exhibición de piezas centrales de azúcar y chocolate. La competencia se lleva a cabo en el marco de la extensa exposición SIRHA Food Service, donde el ambiente se asemeja al de un evento deportivo, con aficionados animando a sus equipos.
Este año se introdujo el desafío Show Chocolat, en el que los equipos, vestidos con trajes nacionales, ofrecieron creaciones de comida en un camión de comida, reflejando la creciente influencia de los concursos de cocina en la televisión. Jean-Philippe Darcis, entrenador del equipo belga, señaló que los equipos ahora deben competir por la atención de los jóvenes chefs con las producciones de televisión y las redes sociales. “Es un poco triste”, aseguró, “pero cada uno decide en qué poner su energía”.
A pesar de la atracción inmediata que las redes sociales pueden ofrecer a los jóvenes cocineros, Christophe Michalak, ganador de la Copa del Mundo y juez habitual de programas de televisión, sostiene que la experiencia adquirida en esta competencia no tiene comparación. “La televisión es una vida falsa. Aquí lo que importa es realmente cómo te desarrollas como chef”, afirmó. Michalak enfatizó que participar en la Copa del Mundo implica un riguroso entrenamiento, que mejora las habilidades y empuja los límites de cada concursante, lo que resulta fundamental para la evolución profesional en el ámbito de la pastelería.