La canción viral «Sigma Boy», interpretada por dos escolares rusas, ha alcanzado recientemente el séptimo puesto en la lista de éxitos de Billboard en la categoría de música dance. Sin embargo, su éxito ha suscitado controversia, especialmente tras las declaraciones de Nela Riehl, miembro del Parlamento Europeo por el partido Volt Alemania. Riehl ha calificado la canción como un “trope ruso” utilizado para difundir propaganda en redes sociales.
Durante una sesión parlamentaria en diciembre, Riehl advirtió sobre los peligros que representa «Sigma Boy», aunque sus afirmaciones no recibieron atención mediática hasta que las compartió en Instagram esta semana. En su discurso, afirmó que “Sigma Boy” es un trope ruso viral que comunica visiones del mundo patriarcales y pro-rusas.
La influencia de la cultura pop y la propaganda
La política de Riehl se centra en cómo Rusia ha logrado infiltrar sus ideas en la sociedad, especialmente entre los jóvenes ucranianos, alterando “las historias que los ucranianos cuentan a su propia sociedad” a través de influenciadores y tropos virales. La eurodiputada subrayó que la herencia cultural no se limita a libros de historia y museos, sino que también incluye el idioma, la música y los influenciadores actuales de Ucrania, que, según ella, son objetivos de la propaganda rusa.
Riehl hizo un llamado a la Unión Europea para que “apoye firmemente y aborde incluso estas infiltraciones sutiles y falsificaciones”. Sin embargo, no quedó claro a qué falsificaciones se refería. En la misma sesión, también planteó la cuestión de cómo las plataformas de redes sociales afectan a los jóvenes, quienes son la principal audiencia que consume información sobre diversos temas, incluida la política.
A pesar de las afirmaciones de Riehl, la letra de «Sigma Boy» parece estar alejada de cualquier contenido político. La canción narra la historia de una adolescente enamorada de un chico, con pensamientos poco coherentes sobre cómo construir su relación. Los versos no abordan temas políticos ni promueven valores que puedan considerarse pro-rusos.
La canción, grabada por Svetlana Chertischeva, de 11 años, conocida como Betsy, y María Yankovskaya, de 12 años, ha ganado popularidad en plataformas como TikTok, Instagram y YouTube, acumulando más de 63 millones de visualizaciones. Desde su lanzamiento en noviembre, «Sigma Boy» ha trascendido su público inicial de escolares, alcanzando también a adultos y siendo objeto de numerosos videos de memes.
Las declaraciones de Riehl han generado reacciones mixtas en línea. Aunque su sección de comentarios en Instagram está cerrada, las publicaciones de su discurso en X (anteriormente Twitter) han sido objeto de burlas. Algunos usuarios la han calificado de “tonta” y “perdedora woke”, mientras que otros han criticado que los políticos alemanes se centren en canciones infantiles en lugar de en problemas más acuciantes en Alemania.
