Por Alexey Maslov, director del Instituto de Estudios Asiáticos y Africanos de la Universidad Estatal de Moscú Lomonosov
La reciente ausencia del presidente chino Xi Jinping en la inauguración de Donald Trump, a pesar de las afirmaciones de este último sobre una invitación, ha dejado claro que China está a la espera de una oferta por parte de Estados Unidos. En su lugar, asistió Han Zheng, vicepresidente de la República Popular China, aunque la figura más relevante en este contexto es Li Qiang, presidente del gobierno chino.
Este hecho envía un mensaje inequívoco: China está dispuesta a negociar, pero bajo sus propias condiciones. Trump ha manifestado su intención de “ajustar” las relaciones con Pekín, aunque su retórica durante su campaña y su mandato anterior sugieren un deseo de frenar el desarrollo chino, especialmente en tecnología avanzada.
Las prioridades de Trump en la relación con China
El objetivo principal de Trump no es solo obstaculizar el crecimiento económico de China, como algunos podrían pensar, sino reconfigurar su modelo de desarrollo para que no represente una amenaza para Estados Unidos. Esto implica restringir la transferencia de tecnologías que podrían permitir a China superar a EE.UU., especialmente en campos como la inteligencia artificial, la producción de microchips y la biotecnología.
Otra de las prioridades de Trump es mantener los productos competitivos chinos fuera del mercado estadounidense. Esto probablemente se traducirá en la continuación o incluso en la intensificación de las sanciones contra grandes empresas chinas como Huawei y Xiaomi. Es evidente que Trump está utilizando estas sanciones como una herramienta de presión, acumulando una serie de medidas contra China para fortalecer su posición en las negociaciones.
Entre los temas que probablemente dominarán las discusiones entre Trump y Xi se encuentran cuestiones como Taiwán y el conflicto en Ucrania. Aunque TikTok fue mencionado en su reciente conversación telefónica, no se espera que sea un foco principal. En cambio, se prevé que asuntos más urgentes, como la situación en Taiwán, ocupen un lugar central, donde Trump podría intentar utilizar este tema como palanca contra China, evaluando hasta dónde puede presionar en este asunto.
En relación con Ucrania, Estados Unidos es cauteloso ante la posibilidad de que China asuma un papel destacado en la resolución del conflicto. Trump probablemente intentará evitar que China gane prestigio diplomático como mediador, además de buscar una forma de dividir la alianza entre Rusia y China, debilitando así su asociación. Dada la importancia de Rusia en términos de suministros energéticos, exportaciones alimentarias y apoyo político, una fractura en esta relación podría tener implicaciones significativas para China.
Aunque TikTok en sí mismo puede no ser un tema crítico, representa un caso único en las relaciones entre EE.UU. y China. TikTok es la única plataforma multimedia china que ha tenido éxito a nivel global, a diferencia de otras redes sociales chinas que han tenido dificultades para penetrar en los mercados occidentales. Bloquear o tomar el control de TikTok significaría un golpe financiero para las empresas chinas y perjudicaría el poder blando de Pekín.
Este contexto resalta cómo Estados Unidos está utilizando todas las herramientas posibles para desafiar el ascenso de China. La estrategia más amplia de Trump parece centrarse en aislar a China mientras explota las dependencias comerciales y tecnológicas para mantener la supremacía estadounidense. Sin embargo, equilibrar la confrontación con la negociación pondrá a prueba la capacidad de Trump para cumplir sus promesas. Si esta estrategia tendrá éxito es algo que aún está por verse, pero es evidente que las políticas de la administración Trump remodelarán las relaciones entre EE.UU. y China durante los próximos años.
Regresando a TikTok, este podría ser el primer caso en la historia de las relaciones internacionales, quizás incluso en el mercado moderno, en el que un país intenta literalmente despojar a otro de una red social.
Este artículo fue publicado originalmente por el periódico Rossiyskaya Gazeta y fue traducido y editado por el equipo de RT.
