Investigadores de la Universidad de Hawái en Mānoa han realizado un hallazgo significativo sobre la conexión entre los volcanes más activos de Hawái, Kīlauea y Maunaloa. Un estudio reciente, publicado en el Journal of Petrology, revela que ambos volcanes comparten una fuente de magma dentro del denominado «pluma de Hawái», desafiando la creencia previa de que sus composiciones químicas distintas requerían caminos de magma completamente separados.
El autor principal del estudio, Aaron Pietruszka, señala que la química de la lava de Kīlauea y Maunaloa había sido considerada como una evidencia de que cada volcán tenía un origen magmático independiente. Sin embargo, la investigación ha demostrado que el magma puede ser transportado de forma alterna entre ambos volcanes en un lapso de décadas, sugiriendo una conexión magmática más compleja de lo que se pensaba.
Comportamiento eruptivo y conexión magmática
Maunaloa, el volcán activo más grande del mundo, registró su última erupción en 2022 después de un periodo de inactividad que duró aproximadamente 38 años. Este periodo de calma se superpuso en gran medida con la erupción de Kīlauea, que tuvo lugar durante 35 años y culminó en 2018 con una serie de eventos eruptivos significativos. Los autores del estudio destacan que este patrón a largo plazo de comportamiento eruptivo opuesto sugiere una conexión magmática entre ambos volcanes, reflejada en la correlación de cambios en su química de lava.
Durante el siglo XIX, cuando Maunaloa era más activo, la lava de Kīlauea adquirió características únicas que la diferenciaron de otros flujos volcánicos. Esto se atribuye al transporte de magma desde una fuente compartida hacia Maunaloa. En contraste, entre mediados del siglo XX y 2010, Kīlauea mostró una actividad elevada, mientras que Maunaloa era menos activo, resultando en una química de lava de Kīlauea que se asemejaba más a la de Maunaloa.
A partir de 2010, los investigadores han observado un cambio en la química de la lava de Kīlauea, lo que sugiere que el magma de la fuente compartida podría estar siendo desviado nuevamente hacia Maunaloa, marcando un cambio en el patrón de actividad volcánica que podría predecir futuros episodios eruptivos.
Este estudio abre nuevas posibilidades para la predicción de la actividad volcánica. Los investigadores sugieren que el monitoreo de la química de la lava podría ser una herramienta útil para prever la tasa y frecuencia de erupciones en estos volcanes adyacentes. Un aumento en la actividad eruptiva de Maunaloa podría ser inminente si se confirma un cambio continuo en la química de la lava de Kīlauea.
La investigación sobre la conexión magmática entre Kīlauea y Maunaloa no solo ofrece un nuevo entendimiento sobre la dinámica volcánica de Hawái, sino que también resalta la importancia de la ciencia en la evaluación del riesgo volcánico, un aspecto crítico considerando el impacto potencial de las erupciones en las comunidades locales y en el medio ambiente.
