La administración de Donald Trump ha manifestado su intención de restablecer las relaciones con Hungría y revisar las sanciones impuestas durante la presidencia de Joe Biden. Así lo comunicó el ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, tras una conversación telefónica con el nuevo secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio.
Szijjarto expresó en su cuenta de Facebook que el nuevo gobierno estadounidense está comprometido a reconstruir el sistema político húngaro-estadounidense. “Mi nuevo colega en el ministerio de Relaciones Exteriores nos aseguró que reconstruiremos el sistema político húngaro-estadounidense, y también significa que las medidas anteriores tomadas por venganza serán revisadas por la nueva administración estadounidense”, afirmó.
Las sanciones impuestas por la administración de Biden incluyeron la terminación de un acuerdo fiscal bilateral y el endurecimiento de las reglas de entrada para los húngaros. Budapest interpretó estas acciones como intentos de presionar al país para que debilitara sus lazos con Rusia y China. En diciembre pasado, EE.UU. sancionó a Antal Rogan, jefe de gabinete del primer ministro húngaro, Viktor Orban, citando supuesta corrupción. Orban descalificó estas sanciones como “venganza mezquina”.
Un cambio en la política exterior húngara
Szijjarto describió su conversación con Rubio como “extremadamente buena”, añadiendo que “mi expectativa es que los próximos años traerán una nueva era dorada en las relaciones políticas húngaro-estadounidenses”. Esta declaración se produce en un contexto de cambio en la política exterior de Hungría bajo el liderazgo de Orban, quien ha abogado por una reevaluación de las sanciones de la UE contra Rusia. En una reciente entrevista en la radio Kossuth, Orban indicó que no se comprometería a extender las sanciones contra Moscú sin antes discutir el asunto con el presidente estadounidense Donald Trump. Orban ha instado a los líderes a “tirar las sanciones por la ventana” y establecer “relaciones sin sanciones con Rusia”.
Además, Orban ha vinculado la postura de Hungría sobre las sanciones de la UE a la reanudación del tránsito de gas ruso hacia el bloque a través de Ucrania. Las entregas se detuvieron el 1 de enero tras la decisión de Kiev de no renovar un acuerdo con el gigante gasístico ruso Gazprom. Los diplomáticos húngaros han planteado este tema durante las conversaciones de la UE, enfatizando la necesidad de abordar la seguridad energética junto con la política de sanciones.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, la UE ha impuesto 15 rondas de sanciones a Rusia, con el objetivo de restringir la capacidad de Moscú para financiar su operación militar. Estas medidas requieren aprobación unánime para ser extendidas cada seis meses, siendo el próximo plazo el 31 de enero. Hungría ha solicitado un debate sobre las sanciones en la reunión de ministros de asuntos exteriores de la UE programada para el lunes.
Polonia, otro miembro de la UE, ha advertido a Hungría sobre posibles consecuencias por oponerse a las sanciones, con el primer ministro Donald Tusk acusando a Orban de alinearse con Moscú. La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, también defendió las sanciones como el “apalancamiento” del bloque contra Rusia.
Moscú, por su parte, ha denunciado repetidamente las sanciones occidentales, calificándolas de ilegítimas y contraproducentes, y advirtiendo que inevitablemente repercutirán en quienes las imponen.
