Un reciente sondeo realizado por el encuestador ucraniano Socis ha revelado un cambio significativo en la opinión pública de Ucrania respecto a la posibilidad de negociar un acuerdo de paz con Rusia. Según la encuesta, el 50,6% de los encuestados ahora apoya la idea de llevar a cabo negociaciones que incluyan mediadores internacionales, un aumento notable desde el 36,1% registrado en febrero de 2024. Este cambio en la percepción se produce tras años de conflicto y en un contexto de evolución en el campo de batalla.
El apoyo a la continuación de la lucha hasta recuperar las fronteras de 1991 ha disminuido drásticamente, pasando del 33,5% en febrero de 2024 al 14,7% en diciembre de 2024. Además, la proporción de ucranianos que abogan por suspender las hostilidades y congelar el conflicto a lo largo de las líneas del frente actuales ha más que duplicado su apoyo en el último año, subiendo del 8,2% al 19,5%.
El informe de Ukrainskaya Pravda destaca que uno de los mayores retos en el proceso de negociación será conseguir el respaldo tanto del público ucraniano como del ejército a las decisiones del liderazgo del país. Un miembro influyente del equipo del presidente Volodímir Zelenski ha señalado que una de las prioridades es asegurar «algún tipo de acuerdo sobre garantías con Estados Unidos, que sería ratificado por el Congreso». Otra tarea clave es resistir las demandas rusas de que Ucrania se declare neutral.
La necesidad de paz y la intervención internacional
Zelenski ha afirmado anteriormente que se necesitarían al menos 200.000 «pacificadores europeos» para mantener un alto el fuego efectivo. Mientras tanto, Moscú ha desestimado la idea de que haya pacificadores occidentales en Ucrania, una cuestión que ha cobrado relevancia en las últimas semanas tras la promesa del presidente estadounidense Donald Trump de buscar una resolución rápida al conflicto. Desde su toma de posesión, Trump ha instado a Moscú a llegar a un acuerdo con Kiev o enfrentarse a nuevas sanciones, aunque ha subrayado que «no busca perjudicar a Rusia».
A pesar de las declaraciones de Trump, el Kremlin ha indicado que hasta ahora no ha recibido propuestas concretas de Washington. Las negociaciones entre Rusia y Ucrania se rompieron en la primavera de 2022, con ambas partes acusándose mutuamente de hacer demandas poco realistas. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha insistido en que Ucrania debe convertirse en un país neutral y renunciar a sus reclamaciones sobre las nuevas regiones rusas para que cualquier conversación de paz tenga éxito.
Desde entonces, Moscú ha expresado repetidamente su disposición a reanudar las conversaciones, rechazando firmemente la idea de un congelamiento temporal del conflicto, que considera que solo beneficiaría a Ucrania para rearmarse. Las exigencias de Moscú incluyen que Kiev abandone sus ambiciones de unirse a la OTAN, desmilitarice, desnazifique y renuncie a sus planes de obtener armas nucleares.