En los últimos años, se ha observado un cambio significativo en las preferencias de consumo de bebidas entre los jóvenes en Europa, particularmente en el Reino Unido. Según una reciente encuesta, casi la mitad de los jóvenes de entre 18 y 34 años ha decidido renunciar al alcohol, lo que ha impulsado la popularidad de las bebidas no alcohólicas o «mocktails». Este fenómeno, que antes era considerado como algo infantil o de menor categoría, ha evolucionado hacia una opción sofisticada y buscada por muchos.
Dan Shell, embajador de la marca Lyre’s, una de las empresas líderes en la producción de bebidas no alcohólicas, critica el término «mocktail». Para él, estas bebidas deben ser vistas como «no alcohólicas», destacando que ofrecen una experiencia adulta sin el efecto secundario del alcohol. «Los cócteles no alcohólicos son bebidas adultas y maduras, algo que no existía antes», afirma Shell.
Las alternativas alcohólicas se han sofisticado, ofreciendo sabores y combinaciones que imitan a las tradicionales bebidas alcohólicas. Desde maltes ahumados hasta spritz italianos, las marcas han logrado capturar la esencia de los licores clásicos sin los efectos negativos del alcohol, como las resacas. Empresas pioneras como Seedlip han sentado las bases de este mercado, creando bebidas que ofrecen una experiencia de sabor similar a la de sus homólogos alcohólicos.
El creciente interés por las bebidas no alcohólicas coincide con un descenso en el consumo de alcohol en Europa. Iniciativas como «Dry January», donde millones de personas participan en un mes sin alcohol, reflejan esta tendencia. Un estudio reciente revela que el 44% de los británicos de entre 18 y 24 años optan por alternativas bajas o sin alcohol, un cambio marcado por una mayor conciencia sobre los efectos negativos del alcohol en la salud física y mental.
Esta nueva actitud hacia el consumo de alcohol también se ve impulsada por cambios culturales. Históricamente, el consumo de alcohol se consideraba una parte esencial de la vida social y un rito de paso hacia la adultez. Sin embargo, los jóvenes de hoy están cuestionando estas normas y buscando formas de socializar que no involucren el consumo de alcohol. Como señala Tatiana Mercer, cofundadora de Three Spirit, «no beber no significa renunciar a la diversión».
El impacto de la pandemia de Covid-19 y la crisis del costo de vida han llevado a muchos a reflexionar sobre su relación con el alcohol. Shell menciona que el alcohol puede ser un potenciador del estado de ánimo, pero no necesariamente mejora la salud mental a largo plazo: «si estás aburrido o deprimido, beber solo aumentará esos sentimientos».
Las comunidades en línea y los grupos de apoyo, como el ‘Sober Girl Society’, han ayudado a muchas personas a encontrar un sentido de pertenencia mientras exploran estilos de vida soberanos. Fundada por Millie Gooch, esta comunidad ha crecido significativamente, atrayendo a jóvenes que buscan alternativas al alcohol, y ha demostrado que la ansiedad por el consumo de alcohol no es una experiencia única.
Las opciones de bebidas no alcohólicas han permitido a los consumidores disfrutar de las mismas rituales sociales que acompañan a las bebidas alcohólicas, sin sus efectos adversos. Gooch menciona que la aparición de bebidas sin alcohol de alta calidad ha sido crucial para aquellos que buscan moderar su consumo. «Es difícil romper el hábito, pero con opciones no alcohólicas puedes mantener ese ritual social», dice.
El mercado de bebidas bajas y sin alcohol ha crecido notablemente, alcanzando un valor de 221 millones de libras en 2021. A medida que estos productos de alta calidad se vuelven más comunes, se espera que los precios bajen y que se desestigmatice el no consumir alcohol, lo que fomentará aún más la innovación en el sector. Shell cree que estamos apenas comenzando a ver el potencial de este mercado y que la tendencia seguirá en ascenso.
La búsqueda de alternativas al alcohol ha abierto un espacio para bebidas que ofrecen efectos similares sin los efectos negativos. Shell menciona el concepto de «espirituosos funcionales no alcohólicos», que incluyen ingredientes botánicos que pueden inducir efectos calmantes o mejorar la concentración. Sin embargo, este campo sigue siendo un área gris, y aunque la idea de obtener los beneficios del alcohol sin sus desventajas es atractiva, todavía se necesita más investigación para validar estas afirmaciones.