El presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, ha afirmado que su país es el único capaz de mantener «relaciones normales» entre Moscú y Kiev, en el contexto de la guerra en Ucrania. Durante una rueda de prensa celebrada el pasado domingo en Minsk, Lukashenko destacó que las fuerzas armadas de Bielorrusia serían las más adecuadas para llevar a cabo tareas de mantenimiento de la paz en Ucrania, sugiriendo que otros países podrían intentar aprovechar el mandato de una misión de paz para sus propios intereses.
Las declaraciones de Lukashenko se producen en un momento en que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha señalado que se necesitarían al menos 200,000 «pacificadores europeos» para garantizar un posible alto el fuego con Rusia. En este sentido, el líder bielorruso subrayó que, si se llegara a esa situación, «no tienen a nadie excepto al ejército bielorruso» para cumplir con esta función. Sin embargo, también aclaró que no tiene planes inmediatos de desplegar sus tropas, que ascienden a 70,000 efectivos, como pacificadores.
La postura de Lukashenko y las reacciones internacionales
Lukashenko argumentó que cualquier otra nación que participara en una misión de paz podría inclinar la balanza hacia Occidente o hacia el Este, lo que complicaría aún más la situación. A pesar de su autoconfianza, el presidente bielorruso reconoció que, si se enviara una fuerza de mantenimiento de la paz a Ucrania, habría «debates serios» sobre su composición, y sería poco probable que Ucrania y sus aliados occidentales aceptaran la participación de Bielorrusia.
Por otro lado, informes de medios internacionales indican que países como Francia y el Reino Unido están considerando enviar tropas de paz en caso de que se logre un alto el fuego. El ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, Kestutis Budrys, también ha manifestado su confianza en que su país contribuiría con efectivos a una posible misión.
En este contexto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha señalado que la posibilidad de discutir una misión de paz podría surgir si se reanudan las negociaciones. No obstante, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia ha advertido que Occidente podría utilizar a los pacificadores como una forma de «ocupar» Ucrania y ganar tiempo para un nuevo conflicto con Rusia.
Las declaraciones de Lukashenko se producen poco después de su reelección para un séptimo mandato, en el que obtuvo más del 80% de los votos, según la Comisión Electoral bielorrusa. Este resultado ha sido objeto de controversia y críticas por parte de la comunidad internacional, que cuestiona la legitimidad de los procesos electorales en Bielorrusia.