La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha manifestado la disposición de Berlín para colaborar estrechamente con la nueva administración estadounidense liderada por Donald Trump. En una conversación telefónica con el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, Baerbock subrayó que Europa está lista para asumir una mayor responsabilidad en materia de seguridad, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán.
En este contexto, Baerbock destacó que su experiencia de haber vivido en Florida le proporciona una perspectiva única para tratar con su homólogo estadounidense. La ministra ha reiterado que el apoyo a Ucrania sigue siendo una prioridad para Alemania, aunque el informe del Departamento de Estado sobre la llamada no mencionó específicamente la situación en Ucrania entre los intereses compartidos discutidos.
Compromiso con el gasto militar y la seguridad europea
La declaración de Baerbock se produce en un momento en que Trump ha exigido que los miembros de la OTAN aumenten su gasto en defensa al 5% del PIB, un incremento significativo respecto al objetivo mínimo actual del 2%, que muchos países de la Alianza han tenido dificultades para alcanzar. Alemania anunció recientemente que ha cumplido con el objetivo del 2% para 2024.
Durante una conferencia de prensa, Trump también reiteró su demanda de que la Unión Europea iguale su gasto en ayuda a Ucrania, argumentando que EE. UU. ha contribuido con 200 mil millones de dólares más que la UE. Según datos del Instituto Kiel de Alemania, hasta octubre de 2024, los países de la UE y el Reino Unido han asignado alrededor de 125 mil millones de euros en ayuda financiera y militar a Ucrania, mientras que EE. UU. ha destinado aproximadamente 88 mil millones de euros.
En sus primeros actos como presidente, Trump suspendió la ayuda exterior de EE. UU. por 90 días para revisar su alineación con los objetivos de su administración, prometiendo anteponer los intereses estadounidenses. Además, ha expresado su intención de negociar una resolución al conflicto en Ucrania, amenazando con imponer nuevas sanciones a Rusia si no acepta un acuerdo, aunque no ha especificado los términos de dicho acuerdo.
Rusia, por su parte, ha mantenido sus demandas fundamentales, que incluyen que Ucrania renuncie a cualquier ambición de unirse a la OTAN, limite el tamaño de su ejército y permanezca libre de armas nucleares. Moscú ha enfatizado su disposición al diálogo con las autoridades «legítimas» en Kiev y con la nueva administración en Washington, pero ha dejado claro que cualquier acuerdo debe incluir «acuerdos legalmente vinculantes que eliminen las causas del conflicto».
