Elegir el seguro de vida perfecto no resulta fácil con la enorme cantidad ofertada por el mercado, sin embargo, con la información correcta y una buena planificación, es posible tomar una buena decisión que cumpla con las necesidades actuales y futuras. Invierte tiempo en analizar las diferentes opciones que presenta el mercado de este sector, no en vano, se trata de una importante inversión para garantizar el bienestar y la seguridad de la familia.
Elegir sabiamente en relación a la economía personal y familiar es esencial para salvaguardar el futuro propio y también el de los seres queridos. Un componente fundamental dentro de este contexto de protección es el seguro de vida, un instrumento que resguarda económicamente a los allegados en caso de que algún acontecimiento inesperado llegase a ocurrir.
No obstante, para tomar una buena decisión en este sentido, es crucial entender que el tipo de seguro más adecuado depende, en gran medida, de la edad del tomador y la etapa vital en la que se encuentre. Este artículo a modo de guía será de gran utilidad para escoger la póliza más apropiada según las propias necesidades y el momento que se vive.
Definiendo qué es el seguro de vida
El seguro de vida es un contrato que tiene lugar entre un individuo y una aseguradora. A cambio de una cantidad económica por parte del tomador, la agencia se compromete a conceder un capital establecido en la póliza a los beneficiarios si el asegurado fallece o queda incapacitado. Ofrece tranquilidad al saber que, aunque algo trágico suceda, las necesidades financieras de la familia, como los pagos de la vivienda, quedarán cubiertas.
Diferentes etapas vitales que influyen en el seguro de vida
Sin embargo, como cabe suponer, no todo el mundo necesita el mismo tipo de seguro de vida. Las prioridades van cambiando con el tiempo y en cada caso específico, por lo que la póliza debe estar alineada con la fase vital del tomador.
Juventud (20-30 años)
En esta etapa se está construyendo el futuro. Muchos carecen de grandes responsabilidades financieras, sin embargo, es un momento ideal para asegurar una cobertura. ¿Por qué? El motivo fundamental es que las primas son menores, y una póliza a largo plazo asegura un bajo gasto constante a pesar del envejecimiento.
En esta etapa, lo habitual es buscar seguros a término, con protección por un tiempo definido y menor costo, planes que cubran incapacidad o enfermedades graves, asegurando la continuidad de ingresos ante imprevistos. Si se tienen deudas, el seguro es crucial para evitar que la familia las tenga que asumir en caso de fallecimiento.
Adultez joven (30-40 años)
Se trata de una etapa de la vida en la que, habitualmente, se está consolidando la familia y el trabajo. En esta etapa, un seguro de bienes personales se vuelve necesario para proteger a los familiares.
Lo aconsejable en esta fase es que la cantidad asegurada logre cubrir las responsabilidades financieras del tomador, como la hipoteca, por ejemplo, que supone un gasto importante.
Madurez (40-50 años)
Con una considerable estabilidad económica, las metas que ya se fijan son a largo plazo. Aunque lo habitual es haber alcanzado la seguridad financiera, las obligaciones persisten, sobre todo si se cuenta con hijos jóvenes. Así mismo, es el momento de pensar en la jubilación.
Llegados a este punto de la vida, lo ideal es optar por seguros mixtos o de ahorro, ofreciendo protección y capital para el futuro. Es el momento de ahorrar e invertir para mayor tranquilidad.
Prejubilación y jubilación (50 años o más)
A partir de los 50, es el momento de proteger el legado familiar. Las necesidades cambian y el seguro de vida busca asegurar el bienestar de los allegados. Aunque las primas aumentan, hay planes para adultos mayores muy convenientes.
La mejor opción en esta etapa vital es el seguro de vida sin fecha de vencimiento, garantizando que la familia reciba dinero al fallecimiento. Así mismo, ayuda a cubrir gastos funerarios, aunque también existen modalidades de ahorro, perfectos para complementar la pensión.
Factores clave para elegir el seguro perfecto
A lo largo de la vida, hay elementos específicos a considerar al elegir un seguro. En primer lugar, es importante calcular cuánto dinero se necesita considerando las deudas contraídas, los ingresos anuales y el futuro que se desea para los seres queridos.
En segundo lugar, es importante definir si se necesita un seguro a corto o largo plazo, para unos años o para toda la vida. Es necesario valorar el estado de salud, ya que las primas varían según el historial médico de tomador. De este modo, hacerse un seguro cuando se está sano supone un considerable ahorro a lo largo de los años.
Por último, es importante elegir una aseguradora confiable, así que investiga y verifica las opiniones de otros clientes.