A tres décadas del descubrimiento del primer exoplaneta, los astrónomos han detectado más de 7,000 de estos cuerpos celestes en nuestra galaxia. Sin embargo, aún quedan miles de millones por descubrir. En este contexto, un equipo internacional, que incluye a investigadores de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y el NCCR PlanetS, ha encontrado el super-Earth HD 20794 d, un hallazgo que abre nuevas posibilidades en la búsqueda de vida fuera de nuestro planeta.
El nuevo exoplaneta presenta una órbita excéntrica, oscilando dentro y fuera de la zona habitable de su estrella. Este descubrimiento es el resultado de 20 años de observaciones utilizando algunos de los telescopios más avanzados del mundo, y los resultados se publicaron en la revista Astronomy & Astrophysics.
Un planeta en la zona habitable
HD 20794 d es un super-Earth, un planeta rocoso mayor que la Tierra, y forma parte de un sistema planetario que contiene otros dos planetas. Este exoplaneta orbita una estrella de tipo G, similar al Sol, a solo 19.7 años luz de distancia, lo que, a escala cósmica, lo coloca en las cercanías de nuestro sistema solar.
La proximidad de HD 20794 d facilita su estudio, ya que sus señales de luz son más visibles y potentes. Según Xavier Dumusque, investigador sénior en el Departamento de Astronomía de la UNIGE y coautor del estudio, «su luminosidad y cercanía lo convierten en un candidato ideal para futuros telescopios que tendrán la misión de observar directamente las atmósferas de los exoplanetas».
El interés en este planeta radica en su ubicación dentro de la zona habitable de su estrella, un área donde podría existir agua líquida, una de las condiciones necesarias para la vida tal como la conocemos. Esta zona varía según las propiedades estelares, y en el caso de HD 20794, se extiende de 0.75 a 2 AU (unidades astronómicas). HD 20794 d completa su órbita alrededor de su estrella en 647 días, aproximadamente 40 días menos que Marte.
A diferencia de planetas como la Tierra o Marte, que siguen trayectorias relativamente circulares, HD 20794 d tiene una órbita elíptica que provoca grandes cambios en su distancia a la estrella durante su revolución. Esta oscilación entre el borde interno y el externo de la zona habitable permite a los científicos ajustar modelos teóricos y evaluar la habitabilidad del planeta. Si existe agua en HD 20794 d, podría alternar entre estados de hielo y líquido durante su órbita, lo que favorece la posibilidad de que se desarrolle vida.
La detección de este super-Earth no fue tarea sencilla. El proceso fue iterativo y requirió el análisis de más de 20 años de datos de instrumentos de vanguardia como ESPRESSO y HARPS, con la ayuda de un algoritmo de reducción de datos denominado YARARA, desarrollado recientemente en la UNIGE. A lo largo de los años, los investigadores tuvieron que eliminar ruidos que dificultaban la identificación de señales planetarias.
La identificación de HD 20794 d ofrece a los científicos un laboratorio interesante para modelar y probar nuevas hipótesis en su búsqueda de vida en el universo. La cercanía de este sistema planetario a su estrella brillante también lo convierte en un objetivo primordial para los instrumentos de próxima generación, como el espectrógrafo ANDES del Telescopio Extremely Large Telescope (ELT) del ESO. La confirmación de la existencia de vida en este exoplaneta requerirá alcanzar varios hitos científicos y un enfoque transdisciplinario.
Las condiciones para la habitabilidad de HD 20794 d están siendo estudiadas por el nuevo Centro para la Vida en el Universo (CVU) de la Facultad de Ciencias de la UNIGE.
