El emblemático cine Prince Charles de Londres, conocido por su programación de películas de culto y su ambiente acogedor, se enfrenta a una posible reestructuración que podría obligarlo a cerrar sus puertas. Desde su inauguración en 1962, este cine ha ganado un estatus de culto entre los amantes del cine, recibiendo elogios de cineastas reconocidos como Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson, quienes destacan su singularidad y encanto.
El Prince Charles Cinema, el último cine independiente en el West End londinense, ha acogido alrededor de 850 películas y eventos, atrayendo a más de 250,000 visitantes solo el año pasado, sin recibir financiación pública. A pesar de su éxito, la situación actual es preocupante. Los propietarios del local, Zedwell LSQ Ltd y su empresa matriz Criterion Capital, han exigido la inclusión de una cláusula de ruptura en el nuevo contrato de arrendamiento, lo que implicaría un aumento del alquiler por encima de las tarifas del mercado, una medida que, según el cine, no sería razonable para ningún propietario de cine.
De activarse esta cláusula, los propietarios tendrían la capacidad de desalojar a los operadores con solo seis meses de aviso. Este movimiento ha generado la sospecha de que podría haber intenciones de reestructurar el inmueble, lo que ha llevado a los responsables del Prince Charles a manifestar su preocupación por la situación. En un comunicado, el cine ha señalado que estas tácticas parecen ser un intento de los propietarios de usar sus recursos financieros para intimidarles, independientemente de su derecho legal a permanecer en el local.
La dirección del cine ha declarado que perder el Prince Charles Cinema significaría no solo la desaparición de una institución cultural icónica, sino también la pérdida de un motor económico para el West End, que atrae a visitantes de toda Londres y sus alrededores, beneficiando así a la economía local. Para hacer frente a esta situación, el cine ha decidido iniciar acciones legales con el objetivo de asegurar un nuevo contrato de arrendamiento a tarifas de mercado y protegerse de posibles proyectos de desarrollo en el área.
Además, han lanzado una campaña para recolectar firmas mediante una petición para salvar el Prince Charles Cinema, que ha logrado reunir más de 12,000 firmas en apoyo a la causa. Esta iniciativa busca movilizar a la comunidad y a los amantes del cine para que se mantenga viva una de las últimas joyas del cine independiente en Londres.