El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha expresado su profunda preocupación por la situación en la ciudad de Goma, en la República Democrática del Congo (RDC), donde los recientes enfrentamientos han puesto en riesgo la seguridad de un laboratorio que alberga muestras de patógenos, incluido el virus del Ébola. Patrick Youssef, director regional para África del CICR, alertó sobre la posibilidad de cortes de energía en el laboratorio del Instituto Nacional de Investigación Biomédica, lo que podría tener «consecuencias inimaginables» si las muestras llegaran a liberarse.
Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, se ha convertido en un campo de batalla tras la proclamación de los rebeldes del M23 de haber tomado el control de la ciudad, después de semanas de intensos combates contra las fuerzas armadas congoleñas y los cascos azules de la ONU. La región oriental de la RDC ha estado marcada por décadas de violencia, con numerosos grupos armados compitiendo por el control de recursos valiosos como el oro y los diamantes, en un contexto de inestabilidad política y social.
Impacto humanitario y violencia desatada
Las cifras son alarmantes: casi 6,5 millones de personas han sido desplazadas debido a la violencia, y los hospitales de Goma están desbordados por la afluencia de heridos. Según informes de agencias de ayuda, los cuerpos sin vida se acumulan en las calles de la ciudad, mientras los disparos resuenan en un ambiente de caos. En la capital, Kinshasa, se han producido protestas contra la supuesta injerencia extranjera, con manifestantes atacando instalaciones de la ONU y embajadas, incluidas las de Rwanda, Francia y Estados Unidos.
La situación ha llevado a que el CICR y el Programa Mundial de Alimentos informen sobre el saqueo de sus almacenes, lo que agrava aún más la crisis humanitaria. Youssef condenó enérgicamente el robo de suministros médicos, enfatizando que la atención y supervivencia de los heridos dependen de estos recursos. La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la situación en Goma, donde la violencia y el desabastecimiento amenazan con desbordar una crisis ya crítica.
En medio de este contexto, Rusia ha levantado la voz sobre lo que considera un peligroso traslado de proyectos biológicos militares ilegales desde Ucrania hacia África, acusando a Estados Unidos de utilizar países como la RDC, Sierra Leona, Camerún y Uganda como campos de pruebas para patógenos peligrosos y tratamientos médicos experimentales. Esta acusación ha sido respaldada por el exjefe de las Tropas de Protección Nuclear, Química y Biológica de Moscú, quien fue asesinado junto a su asistente el mes pasado, lo que añade un nivel de tensión geopolítica a la ya compleja situación en la región.
