La irrupción de DeepSeek y su impacto en el mercado de la inteligencia artificial
La revolución que trae consigo la empresa china DeepSeek en el ámbito de la inteligencia artificial se fundamenta en un aspecto crucial: la capacidad de ofrecer servicios similares a los de sus competidores occidentales, pero a un coste significativamente menor. Los modelos de inteligencia artificial desarrollados por DeepSeek han demostrado un rendimiento comparable al de los gigantes de Silicon Valley, como OpenAI y Google, pero con una notable reducción en los gastos asociados a su creación y uso. Este cambio ha llevado a una reevaluación de las necesidades tecnológicas para entrenar y operar estos modelos, desafiando la creencia de que solo las grandes corporaciones pueden permitirse el lujo de desarrollar inteligencia artificial avanzada. La reciente caída en bolsa de Nvidia, una de las líderes en el sector, ilustra el impacto de esta nueva realidad.
Los chatbots de DeepSeek operan de manera similar a otros existentes en el mercado, permitiendo a los usuarios registrarse con un correo electrónico y contraseña para interactuar con el sistema. A pesar de algunas limitaciones en temas sensibles, su efectividad en múltiples idiomas, incluido el español, es destacable. Lo que realmente diferencia a DeepSeek es su modelo de negocio: el acceso gratuito a su plataforma para usuarios generales, mientras que cobra a aquellos que requieren un uso profesional. Este enfoque ha permitido a DeepSeek atraer a una base amplia de usuarios, lo que a su vez ha puesto en jaque a las compañías que tradicionalmente han liderado el sector.
El modelo R1 de DeepSeek, lanzado recientemente, ha sido clave en la transformación del panorama de la inteligencia artificial. Su coste de entrenamiento, que solía superar los 100 millones de dólares en el caso de modelos como ChatGPT-4, se ha reducido a menos de 6 millones. Este avance se debe, en gran medida, a la utilización de técnicas innovadoras como la destilación, que permite que un modelo aprenda de otros anteriores, y a la implementación de un sistema de «expertos» que optimiza el uso de recursos al activar solo los módulos necesarios para cada consulta. Mientras las empresas occidentales luchan por mantener su ventaja en un entorno cada vez más competitivo, la rápida evolución de la inteligencia artificial en China plantea una nueva era en la que la tecnología se convierte en un producto accesible para un público mucho más amplio.
