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Las redes de pesca, aliadas de los cazadores furtivos de tigres en Malasia

In Sin categoría
enero 29, 2025

Un estudio reciente ha revelado que las flotas pesqueras comerciales están desempeñando un papel crucial en el tráfico de partes de tigres cazados ilegalmente en Malasia. Esta investigación, llevada a cabo por las organizaciones de conservación Panthera y ZSL, en colaboración con la Universidad Sunway de Malasia, proporciona información valiosa que podría ayudar a las autoridades en sus esfuerzos por proteger a esta especie en peligro crítico de extinción.

Los investigadores, a través de entrevistas con más de 50 personas involucradas en estas operaciones, incluidos cazadores furtivos y comerciantes de productos ilegales, han descubierto que los barcos pesqueros se utilizan como parte de una red de rutas sofisticadas para trasladar partes de tigres malayos y otros animales cazados hacia Vietnam. Según el estudio, estos barcos pueden transportar cargamentos más grandes a un costo menor y son menos propensos a ser inspeccionados por las autoridades aduaneras en comparación con las rutas terrestres o aéreas.

La situación crítica de los tigres en Malasia

La población de tigres en Malasia ha disminuido drásticamente en las últimas décadas. De los aproximadamente 3,000 tigres que se estimaban en mitad del siglo XX, actualmente quedan alrededor de 150. Además, se ha confirmado la extinción de tigres en Camboya, Laos y Vietnam en los últimos 25 años. La pérdida de hábitat debido a la deforestación y la amenaza del virus de la distemper canina han contribuido a la drástica reducción de esta especie.

Los tigres malayos, que habitan en los bosques de la península de Malasia, son objeto de caza furtiva no solo por cazadores locales, sino también por equipos de Vietnam, que operan con una organización que las autoridades han descrito como de «otro nivel». Estos cazadores, en su mayoría provenientes de la pobre y rural provincia de Quang Binh en Vietnam, utilizan técnicas especializadas para sobrevivir en la selva durante meses mientras llevan a cabo sus actividades ilegales.

Una vez capturados, los tigres son asesinados y sus cuerpos son procesados principalmente por sus huesos, que se hierven durante días hasta convertirse en una sustancia gelatinosa utilizada en la medicina tradicional. Las garras y los dientes son transformados en amuletos. Durante la pandemia de COVID-19, las operaciones de caza furtiva disminuyeron, lo que permitió a los investigadores realizar sus entrevistas y recopilar datos sobre esta problemática.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades malasias y vietnamitas por aumentar el control marítimo y endurecer las penas por delitos relacionados con la vida silvestre, el estudio señala que los gestores que envían a los cazadores a los bosques rara vez son capturados, y que siempre pueden reclutar nuevos miembros para llevar a cabo sus actividades ilegales. Muchos de los cazadores vietnamitas también incurren en deudas significativas para financiar su viaje a Malasia.

Los investigadores sugieren que, además de intensificar la vigilancia sobre las embarcaciones pesqueras, las autoridades deben dirigirse a las comunidades de origen de los cazadores en Quang Binh, brindando información sobre los riesgos y las escasas recompensas de la caza furtiva, con el fin de disuadir a las personas de embarcarse en estas actividades ilegales.

La problemática de la caza furtiva y el tráfico de vida silvestre no se puede resolver únicamente a través de la aplicación de la ley. Es necesario explorar enfoques alternativos que incluyan intervenciones de cambio de comportamiento altamente dirigidas, que puedan complementarse con arrestos y enjuiciamientos. La situación de los tigres malayos es alarmante y requiere una respuesta coordinada y efectiva para evitar su extinción.

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