Investigadores desarrollan un bioplástico sostenible a partir de microorganismos fotosintéticos

El proyecto europeo PROMICON ha presentado cinco recomendaciones políticas destinadas a respaldar un nuevo método para la producción de bioplásticos sostenibles a partir de microorganismos. Este avance se presenta en un contexto donde los plásticos derivados del petróleo están omnipresentes en nuestra vida cotidiana, desde la ropa hasta el embalaje de alimentos, contribuyendo a la degradación ambiental y a la salud pública.

A pesar de que los plásticos biodegradables se consideran una solución potencial, su producción es limitada, alcanzando solo 1,3 millones de toneladas en 2022 frente a los 400 millones de toneladas de plásticos convencionales. Además, muchos de estos plásticos biodegradables no se descomponen de manera eficiente en todas las condiciones ambientales, como en suelos, ríos y océanos.

Nueva metodología para la producción de PHA

Investigadores del proyecto Horizon 2020, PROMICON, han desarrollado un método innovador que utiliza microorganismos fotosintéticos, específicamente cianobacterias, para producir poliésteres de hidroxialcanoatos (PHA), un tipo de bioplástico que se descompone completamente en el suelo, el agua y los entornos marinos. Aunque los PHA son producidos de forma natural por microorganismos, la escalabilidad de su producción sigue siendo un reto considerable.

Según los autores del informe político de PROMICON, «el PHA producido comercialmente es actualmente altamente intensivo en energía y depende en gran medida de materias primas orgánicas y agua limpia, lo que entra en conflicto con los objetivos de la UE para una economía circular y sostenible». El proceso de producción actual está lejos de la estrategia de neutralidad de carbono y cero emisiones.

El nuevo enfoque para la producción de PHA propuesto por investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña utiliza luz solar, absorbe CO₂ y requiere recursos orgánicos mínimos, lo que crea una alternativa de plástico biodegradable que no deja residuos de microplásticos. Este avance podría significar un gran paso hacia la sostenibilidad en la industria del plástico, alineándose con las políticas ambientales europeas y el imperativo de reducir la dependencia de combustibles fósiles.