La nueva producción de Cymbeline, dirigida por Jennifer Tang en el Sam Wanamaker Playhouse de Londres, busca redefinir el clásico de Shakespeare a través de la inclusión y la reinterpretación de sus personajes. Tang, directora de ascendencia cantonesa y criada en una familia británica blanca, ha centrado su enfoque en la diversidad, asegurando que la obra refleje una gama amplia de identidades y experiencias. Su visión se manifiesta en la elección de convertir al Rey Cymbeline en una Reina, y en la creación de una relación amorosa entre Innogen y una versión femenina de Posthumous.
Este enfoque de género no es del todo nuevo en el ámbito teatral, pero plantea interrogantes sobre la narrativa original. A pesar de que la obra ha sido históricamente considerada como una de las menos representadas de Shakespeare, Tang intenta iluminar sus complejidades al reinterpretarla en un contexto contemporáneo. Sin embargo, algunos críticos han señalado que esta decisión puede dificultar la comprensión de la historia, ya que el cambio de género de personajes clave introduce un nivel de confusión en sus relaciones y motivaciones.
La producción, que se desarrolla en un espacio íntimo iluminado por velas, realza la atmósfera mágica del teatro. Tang ha explicado que el uso de la iluminación de las velas está intrínsecamente ligado a la narrativa de la obra, ya que Cymbeline es presentada como una madre en duelo. Este simbolismo refuerza la idea de la maternidad y la pérdida, temas centrales en la obra, especialmente en la historia de los gemelos perdidos y su regreso.
A medida que la obra avanza, el enfoque de Tang en la comedia se vuelve más evidente, especialmente en la segunda mitad, donde los giros inesperados y los momentos cómicos se convierten en el punto focal. La interacción entre los actores y el público refleja una conexión viva, con risas y reacciones espontáneas que invitan a la reflexión sobre la relevancia de la obra en el contexto actual. Para Tang, la respuesta emocional del público es un indicador del éxito de la narración, resaltando la capacidad de Shakespeare para resonar con las audiencias contemporáneas.
Sin embargo, la situación del teatro en Londres no es sencilla. Tang señala que la industria aún siente los efectos de la pandemia, lo que ha afectado la asistencia y la programación. La búsqueda de un equilibrio entre la innovación y la rentabilidad es un desafío constante para muchas instituciones teatrales. A pesar de las dificultades, la producción de Cymbeline busca ser un faro de creatividad y diversidad, demostrando que el teatro puede seguir evolucionando y adaptándose a las necesidades de su tiempo, mientras se mantiene fiel a su esencia original.