Un estudio liderado por la Universidad de California, Irvine, ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la preparación ante incendios forestales en comunidades desfavorecidas de la región oriental del Valle de Coachella, en el sur de California. Este trabajo, publicado recientemente en el International Journal of Disaster Risk Reduction, identifica formas efectivas de cerrar brechas críticas en la comunicación sobre riesgos y medidas de prevención.
Las comunidades de esta área, que se enfrentan a desafíos particulares como barreras lingüísticas y escaso apoyo gubernamental, requieren un enfoque específico para fortalecer su conciencia sobre el riesgo de incendios. Jun Wu, profesor de salud ambiental y ocupacional de UC Irvine y autor principal del estudio, afirma: «Nuestros hallazgos demuestran la importancia de fomentar vínculos comunitarios, colaborar con los servicios de emergencia e implementar campañas educativas multilingües y culturalmente sensibles para aumentar la percepción del riesgo y la preparación ante desastres».
Desafíos y oportunidades en la comunicación de riesgo
El equipo de investigación llevó a cabo encuestas entre 115 habitantes de cuatro comunidades no incorporadas de ECV que habían experimentado incendios forestales. Casi todos los encuestados se identificaron como hispanos/latinos, y el 60% reportó ingresos anuales de menos de 25.000 dólares.
Los resultados revelaron las preferencias de los diferentes grupos demográficos en cuanto a los canales de comunicación, lo que subraya la necesidad de un enfoque multifacético. Los mensajes de texto breves y la televisión fueron los formatos más valorados por todos los grupos, mientras que los adultos jóvenes mostraron una fuerte preferencia por las redes sociales. Por su parte, los adultos mayores y aquellos con educación limitada confiaron en sus médicos para recibir información, y los trabajadores agrícolas se apoyaron en mensajes de texto y observaciones personales.
Además, se observó que las iniciativas comunitarias organizadas por los residentes a través de aplicaciones de mensajería para compartir alertas de emergencia, recursos y consejos de seguridad fueron especialmente efectivas. Esto demuestra el potencial de las herramientas digitales para fortalecer las redes locales y mejorar la comunicación en momentos críticos.
Los investigadores también sugieren que se establezcan asociaciones más sólidas entre los gobiernos locales y las comunidades para aumentar la resiliencia, abordar las lagunas en la preparación y empoderar a los ciudadanos a tomar medidas proactivas frente a los incendios. Entre las recomendaciones destacan la formación de residentes como primeros respondedores, la creación de grupos de vigilancia vecinal y la realización de programas educativos en español, así como la distribución de guías comprensibles sobre riesgos y procedimientos de evacuación.
El estudio, que también incluye a miembros de la facultad y estudiantes de posgrado y de grado de la Escuela de Población y Salud Pública y de la Escuela de Medicina de UC Irvine, así como a un organizador principal de Communities for a New California Education Fund, resalta la importancia de la colaboración entre los servicios de emergencia y la comunidad para enfrentar los desafíos que plantean los incendios recurrentes en regiones como el ECV.
