Al menos 20 personas han perdido la vida en un accidente aéreo ocurrido en el estado de Unidad, en Sudán del Sur, según han informado las autoridades de este país africano. La tragedia se produjo cuando un pequeño avión, que transportaba a trabajadores del sector petrolero, se estrelló poco después de despegar en dirección a la capital, Juba.
El ministro de Información de la región, Gatwech Bipal, confirmó que el vuelo estaba destinado a la Greater Pioneer Operating Company (GPOC), un consorcio que incluye a la Corporación Nacional de Petróleo de China y a la compañía estatal sudanesa Nile Petroleum Corporation. En total, 21 personas se encontraban a bordo del avión, entre las que se encontraban 16 sudaneses, dos ciudadanos chinos, un indio y dos miembros de la tripulación ugandeses.
Detalles del accidente
El ministro de Petróleo sudanés, Puot Kang Chuol, expresó su tristeza por el incidente, que calificó de «trágico». El avión, operado por Light Air Service, se estrelló a solo tres minutos de haber despegado de los campos petroleros en el condado de Rubkona. La única persona que ha sobrevivido al accidente es un ingeniero sudanés, quien ha sido trasladado al hospital de Bentiu.
Este accidente se suma a una serie de incidentes aéreos que han afectado a Sudán del Sur, un país que ha estado marcado por conflictos desde su independencia de Sudán en 2011. En agosto del año pasado, un avión de carga sufrió un incendio en el estado de Jonglei, y en 2021, al menos cinco personas murieron en un accidente similar cerca de Juba. En 2018, un L-410 Turbolet se estrelló en el lago Yirol, causando la muerte de al menos 20 personas, incluido un obispo anglicano.
Ante la creciente preocupación por la seguridad aérea, el presidente sudanés, Salva Kiir Mayardit, emitió en abril de 2019 una prohibición sobre el uso de aviones con más de 20 años de antigüedad para vuelos de pasajeros. En una declaración reciente, Kiir ha ordenado a las autoridades pertinentes que realicen una «investigación exhaustiva y rápida» para esclarecer las causas del último accidente, calificándolo de «desgarrador» y reconociendo el impacto que tiene en las familias de las víctimas, así como en la comunidad y en la industria petrolera del país.