Un reciente sondeo realizado por YouGov ha revelado que casi la mitad de los daneses considera a Estados Unidos como una amenaza para su país, superando las preocupaciones que generan naciones como Corea del Norte o Irán. Este estudio, publicado por el diario británico The Guardian, se lleva a cabo en un contexto de crecientes tensiones entre Copenhague y Washington, especialmente tras los planes del presidente estadounidense Donald Trump de adquirir Groenlandia, un territorio autónomo del Reino de Dinamarca.
Según los resultados del sondeo, el 46% de los encuestados considera a Estados Unidos como “una amenaza muy grande” o “una amenaza bastante grande”. Este dato sugiere que los ciudadanos de este estado miembro de la OTAN y la UE están más preocupados por la influencia estadounidense que por la de Corea del Norte o Irán, que son percibidas como amenazas por el 44% y el 40% de los encuestados, respectivamente. Sin embargo, Rusia sigue siendo la principal preocupación, con un alarmante 86% de los daneses considerándola un peligro.
Oposición a la venta de Groenlandia
El mismo sondeo revela que el 78% de los daneses se opone a la idea de que Groenlandia sea vendida a Estados Unidos. Además, el 72% de los encuestados sostiene que la decisión sobre la posible unión de Groenlandia a EE. UU. debería ser tomada por los 57,000 residentes de la isla ártica, y no por el gobierno danés.
Por otro lado, otro estudio realizado por el encuestador danés Verian indica que solo el 6% de los groenlandeses desea convertirse en estadounidenses, contradiciendo los resultados de una encuesta anterior de la empresa estadounidense Patriot Polling, que afirmaba que el 57% de la población de la isla apoyaba la idea de unirse a EE. UU.
En una entrevista reciente, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio afirmó que el interés de Trump por adquirir Groenlandia “no es una broma”. Rubio subrayó que, aunque es un tema delicado para Dinamarca, se trata de un asunto de interés nacional para Estados Unidos. Según él, la región ártica se volverá “crítica” para el comercio en los próximos años, y Washington necesita controlar Groenlandia para evitar que China establezca una presencia significativa en la isla más grande del mundo.
