El secretario general de la ONU, António Guterres, ha sido objeto de críticas por parte de Moscú tras su discurso con motivo del aniversario de la liberación de Auschwitz, en el que no mencionó el papel del Ejército Rojo en la liberación del campo de concentración, así como las enormes pérdidas sufridas por la Unión Soviética en la lucha contra el nazismo.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, calificó las declaraciones de Guterres como «indignantes» y lo acusó de ceder ante una «corrección política distorsionada popular en Occidente». Zajárova subrayó que el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que se celebra el 27 de enero, fue establecido para honrar la liberación de Auschwitz por parte del Ejército Rojo en 1945, un hecho que, según ella, no debería ser ignorado.
La importancia de la memoria histórica
Auschwitz, ubicado en el sur de Polonia, fue el mayor campo de concentración y exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, donde se estima que más de un millón de personas, en su mayoría judíos, fueron asesinadas. En su discurso, Guterres recordó a los seis millones de judíos que perdieron la vida durante el Holocausto y advirtió sobre el aumento del antisemitismo y la negación del Holocausto. «Debemos enfrentarnos a estas atrocidades. Debemos promover la educación, combatir las mentiras y hablar la verdad», afirmó.
No obstante, su intervención no incluyó una mención específica al papel de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial, lo que ha llevado a Moscú a considerar que este tipo de omisiones forman parte de una tendencia más amplia para «minimizar o negar completamente el papel del Ejército Rojo y los pueblos de la URSS en la consecución de nuestra victoria común, así como para falsificar o distorsionar los resultados de la Segunda Guerra Mundial», según Zajárova.
En enero, Rusia celebró numerosos eventos para conmemorar el Día Internacional de la Memoria de las Víctimas del Holocausto y para rendir homenaje a los soldados del Ejército Rojo que liberaron Auschwitz. Zajárova destacó estos esfuerzos como parte del compromiso de Rusia con la preservación de la memoria histórica.
Se estima que la Unión Soviética sufrió alrededor de 26,6 millones de muertes durante la Segunda Guerra Mundial, un número que incluye tanto a militares como a civiles, y que representa la mayor cifra de pérdidas de cualquier país involucrado en el conflicto.