Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha revelado que ha perdido en su teléfono móvil algunas conversaciones «poco importantes» que había mantenido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la pandemia. Según Ayuso, estas conversaciones, de las que asegura haber tenido «tres o cuatro», han desaparecido de su dispositivo. La presidenta ha expresado su inquietud sobre qué podría estar haciendo el Ejecutivo para que estos chats ya no estén disponibles en su móvil, y, al ser cuestionada sobre si está denunciando un posible espionaje, ha indicado que no está segura de si se trata solo de su teléfono o de otros muchos que mantenían conversaciones con Sánchez. Además, ha señalado que en su contacto con el presidente ahora aparece uno sin avatar, lo que añade un tono de misterio a la situación.
Denuncia de persecución y críticas al PSOE
En el marco de esta polémica, Ayuso también ha denunciado lo que considera una «persecución» en su contra, haciendo referencia a un reciente congreso regional del PSOE-M que, según ella, se ha centrado en su «destrucción personal». La presidenta ha criticado la intención del partido socialista de «deshumanizarla», convirtiéndola en una «bestia negra». Además, ha manifestado que no pueden atacarla por la vía judicial, ya que no ha cometido ninguna irregularidad, afirmando que «no se ha llevado ni un boli de la EGB». Ayuso ha arremetido contra Sánchez, acusándolo de considerar a la mayoría de los madrileños como «extrema derecha» y de ser un presidente «incapacitado para la política» que utiliza todos los poderes del Estado en su contra.
Por su parte, la portavoz del PSOE, Esther Peña, ha respondido a las declaraciones de Ayuso, calificando su comportamiento de «fuera de lugar» y sugiriendo que, cuanto más grave es el asunto que tiene que ocultar, más «barbaridades» dice para desviar la atención. Peña ha afirmado que el «monopolio del odio y del insulto» recae sobre Ayuso y su equipo, desestimando las acusaciones de odio realizadas por la presidenta. Esta controversia pone de manifiesto la tensión política entre los líderes de ambos partidos en el contexto de la Comunidad de Madrid, donde las diferencias ideológicas siguen marcando el debate público.
