La tensión comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) ha vuelto a cobrar protagonismo, con advertencias de que un conflicto arancelario podría beneficiar en última instancia a China. Kaja Kallas, jefa de la política exterior de la UE, ha señalado que una guerra comercial entre ambas potencias no solo sería perjudicial para ellas, sino que podría consolidar la posición de Pekín en el escenario global.
Las acusaciones del presidente estadounidense Donald Trump hacia la UE por prácticas comerciales desleales han aumentado en los últimos días. Tras la imposición de aranceles a México, Canadá y China, Trump ha dejado entrever que medidas similares podrían aplicarse a Europa, argumentando que el bloque ha «sacado ventaja» de Estados Unidos en sus relaciones comerciales.
Advertencias de la UE y la necesidad de cooperación
En respuesta a estas amenazas, Kallas ha enfatizado que «no hay ganadores en las guerras comerciales», subrayando la interdependencia entre Estados Unidos y la UE. La política de aranceles, según Kallas, solo incrementaría los costos para los ciudadanos de ambos lados del Atlántico. «Si Estados Unidos inicia la guerra comercial, el que se ríe al final es China», ha afirmado, reflejando la preocupación de muchos líderes europeos.
El canciller alemán Olaf Scholz también ha instado a priorizar el diálogo y la cooperación en lugar de la confrontación. A pesar de que la UE podría «reaccionar a las políticas arancelarias», Scholz ha subrayado la importancia de mantener relaciones diplomáticas constructivas.
Desde Francia, el gobernador del banco central, François Villeroy de Galhau, ha advertido que el aumento de aranceles podría desencadenar un ciclo de represalias que perjudicaría a todos los involucrados. «Todos pierden en este tipo de guerra comercial proteccionista», ha declarado, resaltando la necesidad de un enfoque más colaborativo.
Trump, por su parte, ha defendido su postura, señalando que la UE exporta significativamente más a Estados Unidos de lo que importa, y ha argumentado que la imposición de aranceles podría ser «un precio que vale la pena pagar» para corregir lo que considera una balanza comercial injusta.
La llegada de Trump a la Casa Blanca ha llevado a varios líderes europeos, como Scholz y el presidente francés Emmanuel Macron, a hacer un llamado a la unidad del bloque ante la política «América Primero» del mandatario estadounidense. En este contexto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha insinuado que los funcionarios europeos podrían volver a alinearse con Washington, sugiriendo que han actuado como «perros de compañía» en administraciones anteriores.