Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha implementado aranceles significativos sobre las importaciones provenientes de Canadá, México y China, lo que ha generado un incremento inicial en los precios del petróleo. Este aumento, sin embargo, se presenta como una reacción temporal a una estrategia más amplia que podría tener repercusiones globales.
Con un arancel del 25% sobre las importaciones de Canadá y México, y un 10% sobre los productos chinos, se ha observado un aumento en el precio del petróleo West Texas Intermediate, que alcanzó los 73,8 dólares por barril, mientras que los futuros de gasolina también experimentaron un ascenso del 2,81%, situándose en 2,11 dólares por galón. El crudo Brent internacional subió un 0,71%, alcanzando los 76,21 dólares por barril.
Según datos recientes de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, las importaciones de crudo canadiense alcanzaron un récord de 4,3 millones de barriles diarios en julio de 2024. Este incremento se debe a la expansión del oleoducto Trans Mountain de Canadá, que ha permitido a este país cubrir aproximadamente el 62% de todas las importaciones de crudo en Estados Unidos durante los primeros diez meses del año pasado.
A pesar del aumento de precios en el corto plazo, analistas del sector advierten que este fenómeno podría ser efímero. Andy Lipow, presidente de Lipow Oil Associates, ha señalado que un ciclo de aranceles y acciones de represalia por parte de Canadá, México y China podría desencadenar una recesión mundial, lo que a su vez llevaría a una caída drástica de los precios del petróleo.
Impacto en Canadá y México
Los productores de petróleo en Canadá y México se enfrentarán a un escenario complicado, ya que ambos países cuentan con capacidades de refinación limitadas y pocas rutas alternativas de exportación. Esto podría obligar a los productores a ofrecer descuentos significativos en sus precios, con Goldman Sachs estimando una reducción de entre 3 a 4 dólares por barril en el crudo canadiense.
En el medio plazo, se anticipa que los aranceles impacten negativamente en el Producto Interno Bruto global y en la demanda de petróleo, lo que, a su vez, presionará a la baja los precios del crudo. Además, la presión ejercida por Trump sobre la OPEP+ para que reduzca los precios del petróleo podría complicar aún más la situación, ya que el cartel ha estado limitando deliberadamente la producción para evitar la caída de los precios.
La OPEP+, que se reunirá próximamente, ha estado reteniendo 2,2 millones de barriles diarios del mercado global. Esta decisión, tomada en diciembre, se extiende hasta marzo de 2025, con planes de reducir gradualmente las limitaciones a lo largo del año. Las tensiones geopolíticas que rodean la política energética de Estados Unidos, junto con la respuesta de los países productores, continúan configurando un panorama incierto en el sector energético mundial.