El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su apoyo a la decisión de la Reserva Federal (Fed) de mantener sin cambios las tasas de interés, en un movimiento que parece marcar un cambio respecto a sus recientes declaraciones. Durante un encuentro con los medios, Trump reafirmó que mantener el nivel de referencia de los préstamos en un rango entre el 4,25% y el 4,5% es lo más apropiado en este momento.
Esta declaración contrasta con su intervención en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde había manifestado que exigiría una reducción inmediata de las tasas. A pesar de que el presidente no tiene autoridad directa sobre la Fed, su influencia se hace notar a través de los nombramientos, como es el caso de Jerome Powell, actual presidente del organismo y designado por Trump, quien ha sido objeto de críticas por parte del mandatario en diversas ocasiones.
Implicaciones del entorno económico
Las expectativas de los mercados apuntan a que la Fed no reducirá las tasas hasta, al menos, junio. En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Fed, Powell subrayó la importancia de no apresurarse en la toma de decisiones, especialmente tras haber recortado un punto porcentual en las tasas de interés entre septiembre y diciembre de 2024. Este enfoque prudente refleja una gestión cautelosa en un entorno marcado por la incertidumbre económica.
El reciente anuncio de Trump de imponer aranceles agresivos contra Canadá, México y China, los tres principales socios comerciales de Estados Unidos, añade complejidad a la situación. Los economistas están preocupados por el impacto que estos aranceles podrían tener en los precios, especialmente en un periodo donde la inflación comenzaba a mostrar signos de relajación. Esta estrategia económica, que recuerda a las políticas proteccionistas de otros países en momentos de crisis, podría generar repercusiones en la economía global.