El reciente requerimiento del presidente de Estados Unidos a todos los agentes del FBI para que completen un cuestionario sobre su participación en las investigaciones relacionadas con los disturbios del 6 de enero ha suscitado preocupación entre los agentes que investigan fenómenos aéreos no identificados (UAP). Según un informe de Politico, algunos de estos agentes temen por sus empleos tras ser obligados a revelar cualquier implicación que hayan tenido en los casos del asalto al Capitolio.
El 6 de enero de 2021, miles de seguidores de Donald Trump asaltaron el Capitolio con el objetivo de interrumpir la certificación de las elecciones de 2020, en las que Joe Biden, candidato demócrata, resultó vencedor. Las violentas confrontaciones entre los manifestantes y la policía dejaron cinco muertos y decenas de heridos, incluidos 140 agentes de la ley. Posteriormente, más de 1,500 participantes fueron acusados de delitos federales. En un acto controvertido, Trump conmutó las penas de 14 personas relacionadas con los disturbios y otorgó indultos a otros implicados.
Preocupaciones en el ámbito de la investigación de UAP
Según el artículo de Politico, los empleados del FBI en todo el país, incluidos aquellos que forman parte del grupo de trabajo sobre UAP, han sido instruidos para completar un cuestionario que detalla su participación en los casos relacionados con los disturbios del Capitolio. Ryan Graves, director ejecutivo de Americans for Safe Aerospace, expresó su preocupación al medio, afirmando que varios agentes del grupo de trabajo están inquietos por la posibilidad de perder su puesto y que la investigación sobre fenómenos aéreos no identificados se vea comprometida.
La existencia de este grupo de trabajo no había sido divulgada anteriormente. Según las fuentes de Politico, está compuesto por un gerente de programa nacional y más de una docena de agentes que tienen la tarea de recopilar inteligencia, entrevistar testigos e integrar datos clasificados sobre la actividad de UAP en informes. Recientemente, se informó que el fiscal general adjunto interino, Emil Bove, emitió un memorando en el que se indicaba que era necesario realizar evaluaciones que podrían llevar a “acciones de personal” dentro de la agencia federal.
Aproximadamente 4,000 empleados del FBI han sido requeridos para completar el cuestionario centrado en sus roles en las investigaciones del 6 de enero. Graves advirtió que los líderes de la agencia podrían no ser conscientes del valioso trabajo que estos agentes están realizando en el ámbito de los UAP, y expresó su temor de que las investigaciones se vean afectadas por una posible purga.
Donald Trump ha acusado repetidamente al FBI de estar sesgado en su contra y de haber sido “politizado”. A pesar de las evidencias, Trump nunca ha reconocido su derrota en las elecciones de 2020, insistiendo en que el proceso electoral fue manipulado.