La actriz Karla Sofía Gascón, nominada al Oscar por su papel en la película Emilia Pérez, ha emitido una disculpa pública por una serie de publicaciones en redes sociales que han resurgido y suscitado controversia. Se ha informado que Gascón no asistirá a los eventos de premiación en la antesala de la votación final para los Oscar, lo que complica la campaña de premios de Netflix, que ha invertido millones en la promoción de la película.
La trayectoria de Gascón en Hollywood ha sido meteórica. Se convirtió en la primera persona transgénero en ser nominada en una categoría de actuación en los Oscar, tras el reconocimiento de su trabajo en el musical de Jacques Audiard. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente con el descubrimiento de publicaciones anteriores en sus redes sociales, que abordan temas delicados como la muerte de George Floyd, el islam y la diversidad en los premios Oscar. Estas publicaciones, en su mayoría de 2020 y 2021, han provocado una ola de críticas.
En una entrevista con CNN en Español, Gascón se defendió, afirmando que no se identifica con los mensajes de odio que se le atribuyen y que no ha tenido la oportunidad de defenderse adecuadamente. «He sido juzgada, condenada y sacrificada sin un juicio», expresó, añadiendo que no puede renunciar a su nominación al Oscar ya que no ha cometido ningún delito ni ha hecho daño a nadie.
La actriz también se pronunció sobre un tuit en el que supuestamente se refería a su coestrella en Emilia Pérez, Selena Gomez, como «una rata rica». Gascón negó haber hecho tal comentario, sugiriendo que las publicaciones en su contra podrían haber sido manipuladas con el propósito de perjudicar su campaña durante este periodo crítico de votación.
A pesar de que Gascón podría asistir a los Premios Goya, se ha confirmado que no viajará a Estados Unidos para los eventos de premiación restantes. La relación entre la actriz y Netflix se ha deteriorado, especialmente tras el hecho de que el streamer ha decidido eliminar cualquier mención de Gascón de su material promocional para los Oscars. Esta decisión podría definirse como una medida de necesidad económica y de relaciones públicas, considerando la inminente votación final de los Oscar. Sin embargo, también plantea una inquietante ironía: la campaña está despojando de visibilidad a su protagonista transgénero en un momento en que la inclusión y la representación son más necesarias que nunca.