La película Emilia Pérez, producida por Netflix y dirigida por el francés Jacques Audiard, ha generado un debate considerable en torno a su representación cultural y su impacto en la temporada de premios. La trama sigue a una líder de un cartel mexicano que intenta fingir su muerte y empezar una nueva vida como mujer, pero se enfrenta a complicaciones familiares y legales. Con trece nominaciones al Oscar, la película ha superado a todas las demás en este aspecto, lo que ha avivado aún más la controversia.
Recientemente, el revuelo en torno a la figura de Karla Sofía Gascón, la actriz protagonista, se intensificó tras una entrevista en la que acusó a personas relacionadas con otra nominada, Fernanda Torres, de intentar desacreditarla. A pesar de que no atacó directamente a Torres, sus comentarios fueron interpretados como una violación de las normas de la Academia, aunque Variety informa que esto no fue el caso.
El clima de tensión aumentó aún más el 30 de enero, cuando la periodista Sarah Hagi reveló publicaciones antiguas de Gascón en redes sociales que fueron consideradas racistas, islamófobas y xenófobas. En respuesta, Gascón emitió una disculpa en Instagram, defendiendo su carácter y sugiriendo que estaba siendo objeto de una campaña de desprestigio. En una entrevista con CNN, que no había sido autorizada por Netflix, expresó sentirse “crucificada” y “apedreada sin juicio”.
Por su parte, Zoe Saldaña, coestrella de Emilia Pérez y favorita para el Oscar a Mejor Actriz de Reparto, expresó su tristeza por la situación, afirmando que no apoya ningún tipo de retórica negativa hacia ningún grupo. Mientras tanto, se ha informado que Gascón ha cancelado su participación en varios eventos programados en EE.UU., como la ceremonia de los Critics Choice Awards y los Producers Guild Awards, y que Netflix ha dejado de ofrecerle apoyo logístico durante su campaña para los Oscars.
A pesar de la controversia, Emilia Pérez ha sido considerada la “villana” de la temporada de premios. Este fenómeno no es inusual, ya que a menudo una película se convierte en la más criticada entre sus competidoras, lo que a veces termina beneficiándola en la votación de la Academia. La película, que recibió críticas positivas en el Festival de Cine de Cannes y presenta un 76% de aprobación en Rotten Tomatoes, no ha logrado atraer a un público masivo en su estreno en Netflix, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre su autenticidad cultural y la elección de su elenco.
La ausencia de actrices mexicanas en papeles principales y la actuación de Gascón, quien no es hispanohablante nativa, han sido puntos de crítica, así como las disculpas del director Audiard por su representación de México, que algunos consideraron poco auténtica. Además, organizaciones como GLAAD han criticado la película por utilizar la identidad de género del personaje principal como un «arco de redención» en lugar de tratar la diversidad de manera más sensible.
A medida que se acerca la fecha de votación final para los Oscars, programada del 11 al 18 de febrero, la situación para Emilia Pérez y Gascón es incierta. La película sigue liderando algunas predicciones para el Oscar a Mejor Película, pero la percepción pública y la crítica podrían influir drásticamente en su camino hacia la estatuilla dorada.