Diego Villafañe comparece ante el Tribunal Supremo por la filtración de datos del novio de Ayuso
Este miércoles, Diego Villafañe, teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, ha comparecido ante el Tribunal Supremo en calidad de investigado en el caso de la presunta revelación de secretos. Villafañe es considerado la mano derecha de Álvaro García Ortiz, actual Fiscal General. Su declaración se enmarca en la investigación sobre la posible filtración de datos privados del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El magistrado a cargo del caso ha señalado que Villafañe podría haber tenido un «papel de relevancia» en esta filtración, aunque lo ha matizado, indicando que su implicación puede ser «menor» en comparación con la de García Ortiz y la Fiscal Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez.
Durante su declaración ante el juez instructor, Ángel Luis Hurtado, Villafañe ha negado cualquier implicación en la filtración del expediente relacionado con el novio de Ayuso. Ha defendido que, si bien remitió el expediente al Fiscal General cuando este lo solicitó, lo hizo en cumplimiento de lo estipulado en el Estatuto Fiscal, un argumento que también fue presentado por Pilar Rodríguez en su declaración anterior. Villafañe ha enfatizado que hasta 550 personas pudieron haber tenido acceso a dicho expediente, lo que sugiere que la responsabilidad de la filtración podría extenderse a un amplio número de funcionarios.
En cuanto a los correos electrónicos intercambiados entre Carlos Nieto, abogado del novio de Ayuso, y el fiscal del caso, Julián Salto, Villafañe ha manifestado que nunca tuvo acceso a esos correos, ya que no formaban parte del expediente. Además, fue interrogado sobre las afirmaciones de Almudena Lastra, fiscal superior de Madrid, quien declaró que García Ortiz no negó la posibilidad de filtrar los correos. Villafañe ha declarado únicamente a preguntas de su abogado y del juez, a diferencia de García Ortiz, que optó por no responder. El Ministerio Fiscal ha decidido no formular preguntas, al igual que ocurrió con otros investigados, al considerar que la causa debería ser declarada nula.