La República Democrática del Congo (RDC) ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para abordar la situación en la ciudad de Goma, que fue capturada por los rebeldes del M23. Esta sesión de emergencia está programada para el 7 de febrero en Ginebra, según informó un portavoz de la ONU.
La toma de Goma por parte del M23 la semana pasada ha elevado las tensiones en una región del este del país rica en minerales. El conflicto ha desencadenado un aumento en las violaciones de derechos humanos, que incluyen ejecuciones sumarias, bombardeos de campamentos de desplazados y reportes de violencia sexual, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
Un conflicto prolongado
La RDC ha sido escenario de violencia durante décadas, especialmente en su parte oriental, donde operan numerosos grupos armados, incluido el M23. Este grupo ha logrado apoderarse de un amplio territorio, lo que ha llevado a la ONU a advertir sobre el riesgo de un conflicto más amplio en la región. El gobierno congoleño ha acusado repetidamente a Ruanda de brindar apoyo a los rebeldes del M23, una acusación que Kigali ha negado de manera constante. Estas tensiones han complicado las relaciones diplomáticas entre ambos países.
En un intento por abordar la crisis, se están llevando a cabo esfuerzos regionales. Un cumbre conjunta de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) y la Comunidad de África Oriental (EAC) está programada para los días 7 y 8 de febrero en Dar es Salaam, Tanzania. El presidente de Kenia, William Ruto, ha confirmado la asistencia de los presidentes de la RDC, Félix Tshisekedi, y de Ruanda, Paul Kagame, así como de otros líderes africanos, entre ellos el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa y el presidente ugandés Yoweri Museveni.
Por otro lado, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, ha instado a un «cese inmediato de las hostilidades, la retirada de las unidades del M23 de los territorios ocupados y la reanudación del proceso de negociación dentro de los formatos de mantenimiento de la paz regional existentes». Zakharova enfatizó que la escalada del conflicto no debe permitir que se convierta en un enfrentamiento entre estados.