El Ministerio de Transporte de Kazajistán ha publicado un informe preliminar sobre el trágico accidente del vuelo 8243 de Azerbaijan Airlines, que se estrelló el pasado 25 de diciembre bajo circunstancias aún no del todo claras. En este informe se han revelado nuevos detalles, aunque no se han establecido conclusiones ni se ha asignado culpabilidad.
El vuelo, que se dirigía a la ciudad rusa de Grozny, no pudo aterrizar en su destino debido a la densa niebla y a un ataque con drones ucranianos en curso. Tras sufrir daños en el aire, la tripulación decidió regresar a Bakú, pero finalmente se desvió hacia Aktau, Kazajistán, donde aterrizó de emergencia, resultando en la muerte de 38 de las 67 personas a bordo.
Detalles del accidente y la investigación
Los investigadores kazajos han analizado las cajas negras del avión y han informado que la tripulación escuchó un fuerte ruido mientras se acercaban a Grozny. A una altitud de aproximadamente 3,500 pies (alrededor de 1 km), el avión comenzó a perder presión, lo que llevó a la desconexión del piloto automático y del sistema de control de potencia. Poco después, se escuchó un segundo ruido fuerte. Según el informe, un miembro de la tripulación informó de una explosión a bordo, mencionando que «dos asientos explotaron» y que no podía acercarse debido a que los pasajeros estaban de pie.
En las comunicaciones con el aeropuerto de Grozny, los pilotos inicialmente asumieron que el avión había colisionado con un grupo de aves. Sin embargo, la pérdida de los sistemas hidráulicos unos minutos después dejó a los pilotos con solo el vector de los motores para controlar la aeronave. Más adelante, la tripulación también especuló sobre la posibilidad de que un tanque de oxígeno hubiera explotado en la cabina de pasajeros.
Las imágenes del informe muestran daños severos en la aeronave, especialmente en la sección de la cola. La mayoría del fuselaje se quemó tras el impacto, pero se han recuperado numerosos fragmentos metálicos extranjeros del lugar del accidente. La inspección inicial de los fragmentos supervivientes reveló múltiples instancias de daños perforados y no perforados de diferentes tamaños y formas en la sección de la cola, el estabilizador vertical, el elevador y el timón. Daños similares se encontraron en el motor izquierdo y el ala izquierda, así como en los componentes internos del avión. En algunos lugares, los agujeros tienen una forma rectangular regular.
El informe se abstiene de especular sobre la causa del daño o la naturaleza exacta de los fragmentos metálicos extranjeros recuperados, que han sido enviados para un examen más detallado. Este accidente ha suscitado intensas especulaciones sobre sus causas, con teorías que incluyen un ataque de un dron ucraniano o un impacto accidental de las defensas antiaéreas rusas. Moscú ha ofrecido una disculpa a Bakú, dado que el incidente ocurrió en su espacio aéreo, aunque no ha admitido ni negado la posible implicación de su ejército, instando a esperar los resultados de la investigación.
El día del accidente, la República Chechena de Rusia reportó haber sido blanco de ataques de UAVs ucranianos, mientras que otro dron ucraniano impactó en un centro comercial en la vecina república de Osetia del Norte-Alania, causando la muerte de una mujer en el ataque.
