El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto recientemente tomar el control de la Franja de Gaza, con la intención de transformar esta región en lo que ha denominado la «Riviera del Medio Oriente». Esta declaración se produjo en un contexto de creciente tensión entre Israel y Hamas, y ha suscitado reacciones tanto en el ámbito político como en el internacional.
Según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, el gobierno de Trump buscará colaborar con sus aliados en la región para financiar la reconstrucción de Gaza. En una rueda de prensa, Leavitt afirmó que “Estados Unidos no va a pagar por la reconstrucción de Gaza”, dejando claro que la administración se apoyará en socios regionales, especialmente en países como Egipto y Jordania, para llevar a cabo este ambicioso plan.
Propuestas y Reacciones Internacionales
Trump ha indicado que, aunque no ha tomado una decisión definitiva sobre el envío de tropas estadounidenses a Gaza, está dispuesto a “hacer lo que sea necesario” para implementar su propuesta. Además, el presidente sugirió que los palestinos deberían ser reubicados en países vecinos, a expensas de “los países vecinos de gran riqueza”.
Las reacciones a estas declaraciones han sido contundentes. El rey Abdullah II de Jordania se ha manifestado en contra de cualquier intento de desplazar a los palestinos o de anexionar sus tierras. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto ha enfatizado la importancia de que los palestinos permanezcan en Gaza, reafirmando su apoyo a la solución de dos estados.
Asimismo, Arabia Saudita ha dejado claro que no formalizará relaciones con Israel hasta que se reconozca un estado palestino por todas las partes involucradas. En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores saudí rechazó de manera categórica cualquier intento de desplazar al pueblo palestino de su tierra.
La propuesta de Trump, que busca transformar Gaza en un destino turístico y de desarrollo económico, plantea serias dudas sobre la viabilidad de su implementación y las implicaciones que tendría para la población palestina. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan estos acontecimientos y las posibles repercusiones en la ya frágil estabilidad de la región.
