En la actualidad, donde las redes sociales se han convertido en un pilar fundamental de la comunicación, un estudio realizado por la Universidad Baylor plantea una realidad inquietante: el tiempo que pasamos en estas plataformas podría estar correlacionado con un aumento en los sentimientos de soledad. Este análisis, dirigido por el Dr. James A. Roberts y sus coautores, profundiza en cómo nuestros hábitos digitales influyen en nuestro bienestar emocional.
El estudio, titulado «La epidemia de la soledad: un estudio longitudinal de nueve años sobre el impacto del uso pasivo y activo de las redes sociales en la soledad», fue publicado en la revista Personality and Social Psychology Bulletin. A lo largo de nueve años, los investigadores siguieron a cerca de 7,000 adultos en los Países Bajos para examinar la relación entre el uso de redes sociales y la soledad.
Hallazgos clave sobre el uso de redes sociales y la soledad
Los resultados indican que tanto el uso pasivo de redes sociales (PSMU), que incluye actividades como navegar sin interactuar, como el uso activo (ASMU), donde se publican y comentan contenidos, están asociados con un aumento en la sensación de soledad a lo largo del tiempo. Aunque es predecible que el uso pasivo conduzca a un sentimiento de aislamiento, sorprende que el uso activo también tenga un efecto similar. Esto sugiere que la calidad de las interacciones digitales quizás no satisfaga las necesidades sociales que se cubren a través de la comunicación cara a cara.
El Dr. Roberts destaca que «esta investigación subraya la complejidad del impacto de las redes sociales en la salud mental». A pesar de que estas plataformas ofrecen un acceso sin precedentes a comunidades en línea, el uso extensivo de las mismas, ya sea de manera activa o pasiva, no parece aliviar la soledad y, en cambio, puede intensificarla.
Además, el estudio revela una relación bidireccional entre la soledad y el uso de redes sociales. Según el Dr. Roberts, «parece que existe un ciclo de retroalimentación continuo entre ambos». Las personas solitarias tienden a recurrir a las redes sociales en busca de conexión, pero este uso puede, irónicamente, avivar las llamas de la soledad.
Los hallazgos de esta investigación resaltan la necesidad urgente de realizar más estudios sobre los efectos de las interacciones digitales. Asimismo, subrayan el papel esencial de las conexiones en persona para el bienestar emocional. Este estudio proporciona una perspectiva valiosa en el debate sobre cómo los hábitos digitales influyen en la salud mental y sugiere la necesidad de desarrollar iniciativas, políticas y directrices que promuevan un uso más saludable de las redes sociales.
Más información:
James A. Roberts et al, «La Epidemiología de la Soledad: Un Estudio Longitudinal de 9 Años sobre el Impacto del Uso Pasivo y Activo de las Redes Sociales en la Soledad», Personality and Social Psychology Bulletin (2024). DOI: 10.1177/01461672241295870