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La start-up japonesa Photo-on-Demand Chemical Co. Ltd., fundada por el profesor Tsuda Akihiko en la Universidad de Kobe, ha demostrado una innovadora técnica que permite producir metano a partir de aguas residuales y refinarlo en materias primas farmacéuticas y otros productos químicos útiles. Este método, denominado «fotoproducción», se basa en la exposición de metano y cloro a la luz, lo que genera compuestos valiosos mientras se contribuye a la descarbonización, un objetivo clave en las políticas ambientales de Japón.
Un enfoque innovador hacia la sostenibilidad
El profesor Tsuda inició esta investigación tras reflexionar sobre el impacto ambiental del tratamiento de productos químicos como el cloroformo, utilizado en sus experimentos de posgrado. La eliminación de este compuesto, que no es fácilmente inflamable, requería incineración con un alto consumo de combustible, lo que motivó su búsqueda de métodos más sostenibles. A través de años de investigación, Tsuda y su equipo descubrieron que el cloroformo podía descomponerse de manera eficiente bajo luz ultravioleta intensa, transformando además el tóxico fosgeno, un subproducto potencialmente peligroso, en compuestos útiles.
La técnica desarrollada, conocida como «método de síntesis orgánica bajo demanda mediante luz», permite eliminar el fosgeno de forma instantánea y segura, lo que representa un avance significativo en la química orgánica. Este proceso no solo aborda la eliminación de residuos químicos, sino que también abre la puerta a la producción de materiales farmacéuticos y agroquímicos a partir de recursos no convencionales.
Desde 2023, el enfoque se ha desplazado hacia el uso de metano, un gas de efecto invernadero que representa el 18% de las emisiones globales, como materia prima. A través de la combinación de metano, cloro y oxígeno, y utilizando la metodología de fotoproducción, el equipo de Tsuda ha encontrado una forma innovadora de producir fosgeno, contribuyendo así a la transformación verde en Japón.
El establecimiento de la empresa en abril de 2024 y la implementación de pruebas en una planta de tratamiento de aguas residuales en Kobe marcan un hito en esta investigación. Tsuda destaca la importancia de estas instalaciones, que podrían convertirse en fábricas de producción química, transformando el tratamiento de aguas residuales en una fuente valiosa de recursos químicos.
Además, el modelo de negocio que propone la compañía se basa en la producción de químicos de alto valor añadido a pequeña y mediana escala. El mercado global para productos derivados del fosgeno se estima en varios billones de yenes, lo que lo convierte en un sector atractivo para futuras inversiones.
Este avance no solo tiene el potencial de revolucionar la industria química, sino que también aporta beneficios educativos, ya que los estudiantes de la Universidad de Kobe participan activamente en los experimentos. A medida que la investigación avanza, la colaboración con otras ciudades, como Osaka, se está intensificando, lo que sugiere un futuro en el que las plantas de tratamiento de aguas residuales desempeñan un papel crucial en la producción sostenible de químicos.
La compañía ha recibido numerosas consultas tanto a nivel nacional como internacional, y ha firmado un acuerdo de investigación conjunta con DKS Co. Ltd. en Kioto. Con cerca de 40 patentes adquiridas y una proyección de más de 100 en el futuro, Tsuda y su equipo están a la vanguardia de una iniciativa que busca transformar desechos en recursos, demostrando que la innovación científica puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente.