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Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Monash ha revelado cuáles son las áreas más saludables para vivir en Australia, basándose en una serie de factores ambientales y socioeconómicos. Esta investigación ha dado lugar al Índice de Calidad Ambiental y Salud (EQHI, por sus siglas en inglés), que ofrece un marco robusto para evaluar los riesgos para la salud ambiental y guiar intervenciones específicas a nivel global.
Según los resultados, Tasmania y su capital, Hobart, emergen como las regiones más saludables del país, mientras que el Territorio del Norte y su capital, Darwin, se posicionan como las menos saludables. Publicado en la revista Environment International, el estudio analizó 2,180 áreas estadísticas a nivel 2 en todas las regiones australianas.
Análisis de factores ambientales y socioeconómicos
El EQHI combina doce factores, tales como la calidad del aire, la disponibilidad de espacios verdes, el clima y las condiciones socioeconómicas, para evaluar cómo estos elementos se relacionan con los riesgos de mortalidad. El profesor Yuming Guo, autor principal del estudio y profesor distinguido en Salud Ambiental Global en la Universidad de Monash, destacó que las áreas con menores riesgos ambientales y mejores condiciones de vida, como Tasmania y Hobart, obtuvieron puntuaciones significativamente más altas.
El análisis mostró que las regiones costeras del sur, este y suroeste de Australia tienden a tener puntuaciones más elevadas en comparación con las áreas interiores y del noroeste. Hobart, en particular, alcanzó la puntuación más alta dentro del índice, mientras que Darwin registró los resultados más bajos, reflejando condiciones ambientales y socioeconómicas deficientes.
La investigación también reveló que, entre 2016 y 2019, la proporción de áreas con las puntuaciones más altas disminuyó en un 6%, aunque más del 70% de los australianos todavía reside en regiones con altas puntuaciones. El estudio observó mejoras en Perth y Darwin, mientras que las puntuaciones en Sydney, Canberra y Brisbane disminuyeron, y se mantuvieron estables en Melbourne y Adelaida.
Con el fin de desarrollar un índice que integre diversas exposiciones ambientales y el estado socioeconómico, los autores del estudio argumentaron que los índices de calidad ambiental existentes a menudo no reflejan adecuadamente los impactos en la salud derivados de diferentes exposiciones y carecen de indicadores de estado socioeconómico.
El EQHI no solo se limita a proporcionar información, sino que busca ser una herramienta práctica y efectiva para comunicar los riesgos para la salud ambiental, utilizando datos cuantitativos que incluyen mortalidad por todas las causas, así como mortalidad cardiovascular y respiratoria. Este enfoque permite desarrollar medidas de mejora ambiental específicas adaptadas a las condiciones locales de Australia.
Además, el estudio propone la integración del EQHI en políticas y marcos de salud pública, lo que podría facilitar una mejor comunicación entre los responsables políticos y la población, así como la implementación de medidas específicas en áreas de baja puntuación.
Los doce factores que componen el índice son los siguientes:
- Partículas finas (PM2.5)
- Ozono (O3)
- Espacios verdes: índice de vegetación de diferencia normalizada
- Luz nocturna
- Temperatura media en verano
- Temperatura media en invierno
- Variabilidad de temperatura en verano
- Variabilidad de temperatura en invierno
- Humedad relativa
- Densidad de edificios
- Densidad de carreteras
- Estado socioeconómico: índice de ventaja y desventaja socioeconómica relativa
Este estudio representa un avance significativo en la evaluación de los riesgos para la salud ambiental en Australia y ofrece un modelo que otras naciones podrían adoptar para desarrollar sus propios índices de calidad ambiental y salud.