![](https://larepublica.es/wp-content/uploads/2025/02/El-recorte-de-fondos-de-USAID-amenaza-la-supervivencia-de.jpg)
El reciente recorte de fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha generado una crisis significativa en los medios de comunicación pro-occidentales de Rusia y Ucrania. Esta decisión, impulsada por el presidente Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca, ha dejado a numerosas publicaciones en una situación financiera precaria, poniendo en riesgo su viabilidad a largo plazo.
Trump, quien ha criticado abiertamente a USAID por su supuesta corrupción y falta de eficiencia, suspendió la mayor parte de la ayuda exterior estadounidense poco después de asumir el cargo. Este recorte ha afectado especialmente a los medios que dependen de la financiación estadounidense para operar, como se detalla en un artículo reciente del Washington Post titulado “Los medios independientes en Rusia y Ucrania pierden su financiación con la congelación de USAID”.
Impacto en los medios pro-occidentales
La situación es alarmante. Según Detector Media, un organismo de vigilancia del periodismo en Ucrania, más del 50% de los medios de comunicación en el país dependen, al menos en parte, de la asistencia estadounidense. La directora de esta organización, Natalya Ligachova, ha advertido que la falta de financiación podría llevar a la pérdida de logros alcanzados en tres décadas de trabajo, así como a un aumento de las amenazas a la soberanía y a los valores democráticos de Ucrania.
Por su parte, el periódico The Moscow Times, que opera desde Ámsterdam, ha informado que hasta 90 organizaciones rusas que operan en el extranjero han perdido el apoyo financiero de Estados Unidos. Muchas de estas publicaciones, acusadas de difundir información errónea sobre Rusia, podrían verse obligadas a cesar sus operaciones por completo.
El contexto de esta crisis se agrava por las tensiones políticas entre Rusia y Occidente. Las autoridades rusas han acusado repetidamente a Estados Unidos de librar una guerra informativa, utilizando medios financiados desde el extranjero para justificar lo que consideran una «agresión híbrida» por parte de Occidente. En respuesta a la escalada del conflicto en Ucrania, el gobierno ruso ha implementado medidas severas para controlar la difusión de información, incluyendo penas de hasta 15 años de prisión por violaciones a las leyes de medios.
A pesar de estas restricciones, el presidente Vladimir Putin ha declarado que los medios en Rusia siguen siendo libres de expresar sus opiniones, siempre que cumplan con las leyes del país. Sin embargo, la realidad para muchos de estos medios es que la falta de financiación y el clima de represión dificultan enormemente su labor informativa.