El proveedor de telecomunicaciones ruso Rostelecom ha confirmado que uno de sus cables submarinos en el mar Báltico ha sufrido daños debido a un impacto externo. En un comunicado emitido el pasado sábado, la empresa indicó que, a pesar de la avería, los servicios continúan operativos y que ya se están llevando a cabo las reparaciones pertinentes. Hasta el momento, las autoridades no han podido determinar la causa exacta del daño.
El mismo día, la Guardia Costera finlandesa anunció que está supervisando la operación de reparación en la zona económica exclusiva de Finlandia, donde un buque ruso está realizando los trabajos. La agencia destacó en su cuenta de X (anteriormente Twitter) que “la Guardia Costera del Golfo de Finlandia monitorea el cumplimiento de la Ley de Zonas Económicas y las condiciones para el uso de la zona económica, donde se están llevando a cabo trabajos de reparación en el cable dañado por un buque ruso”.
Incidentes de daños en cables submarinos
Los daños en los cables submarinos en el mar Báltico se han vuelto más frecuentes, con Suecia, Noruega y Finlandia reportando incidentes similares en los últimos meses. Esta situación ha generado preocupaciones sobre la seguridad de la infraestructura submarina de energía y datos, aunque hasta ahora no se ha encontrado evidencia definitiva de sabotaje.
En respuesta a estos incidentes, la OTAN ha ampliado sus operaciones de vigilancia, alimentando especulaciones sobre un posible papel de Rusia en estos sucesos. A principios de este mes, las autoridades noruegas despejaron a un buque de tripulación rusa tras no encontrar pruebas que lo vincularan con daños recientes en un cable de fibra óptica submarino que conecta Letonia y Suecia. Este buque, de propiedad noruega, opera entre San Petersburgo y Murmansk y fue detenido en enero a solicitud de las autoridades letonas.
Por su parte, el Kremlin ha rechazado las acusaciones de implicación en los daños a los cables submarinos, con el portavoz Dmitry Peskov calificando las acusaciones de “absurdas” y afirmando que “es bastante absurdo seguir culpando a Rusia de todo sin ninguna razón”.
