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El presidente ruso, Vladimir Putin, ha elogiado a los diplomáticos de su país por su labor en un entorno internacional complejo, destacando su papel en la defensa de los intereses nacionales y en la lucha contra lo que él denomina «neonazismo» y «rusofobia». En una carta con motivo del Día del Trabajador Diplomático, celebrado el 10 de febrero, Putin subrayó la importancia de contrarrestar los intentos de distorsionar la historia, especialmente en el contexto del 80 aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi.
El mandatario ruso expresó su confianza en que los diplomáticos continuarán sus esfuerzos para oponerse a cualquier intento de falsificación histórica y a las manifestaciones de discriminación étnica o religiosa. En este sentido, Putin destacó la necesidad de construir un orden mundial multipolar basado en el respeto mutuo y en el derecho internacional, así como en los principios de seguridad indivisible.
La defensa de la historia y los intereses nacionales
Putin también hizo hincapié en la protección de los ciudadanos rusos en el extranjero como una prioridad clave de la política exterior. En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, respaldó las afirmaciones del presidente, afirmando que Rusia continuará defendiendo un orden mundial fundamentado en los resultados legales de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de los esfuerzos de sus adversarios y el resurgimiento del neocolonialismo.
Lavrov, en un mensaje en video, advirtió sobre los peligros que representan la falsificación de los hechos históricos y el resurgimiento del militarismo y el nazismo. Subrayó que Rusia está decidida a proteger sus intereses nacionales, en el marco de un apoyo diplomático a la «operación militar especial» en Ucrania, y a fomentar condiciones seguras para el desarrollo del país.
Además, el ministro ruso anunció que se intensificarán los esfuerzos para establecer una cooperación multifacética con socios considerados racionales, especialmente en el espacio de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), así como en Eurasia, África y América Latina.
El Día del Trabajador Diplomático se celebra anualmente en Rusia desde 2002, y este año adquiere un significado especial en el contexto de la conmemoración de la victoria sobre el nazismo, un evento que el Kremlin utiliza para reforzar su narrativa sobre la lucha contra el extremismo y la defensa de la soberanía nacional.