El pasado lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inauguró un acto conmemorativo por el 20 aniversario de la Ley contra la Violencia de Género. En su discurso, Sánchez destacó la importancia de esta legislación, aprobada durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, y subrayó la necesidad de mejorar la formación de los profesionales que intervienen en estos casos. «Hay interrogatorios que no despejan dudas, las aumentan», afirmó el presidente, haciendo referencia a las críticas hacia la actuación de algunos jueces en situaciones de violencia machista. Su mensaje fue claro: la falta de empatía no debe disuadir a ninguna mujer de presentar una denuncia.
La evolución de la Ley contra la Violencia de Género
La Ley contra la Violencia de Género ha sido un pilar fundamental en la lucha contra esta problemática en España, y Sánchez resaltó sus tres objetivos principales. En primer lugar, se buscó el reconocimiento de la violencia estructural vinculada al machismo, un fenómeno que no discrimina por edad ni estatus social. En segundo lugar, se trató de sacar este tipo de violencia del ámbito privado, rompiendo el silencio que históricamente ha rodeado a las víctimas. Por último, se pretendió involucrar a todas las instituciones en la lucha contra esta lacra social, haciendo hincapié en que cada caso de violencia representa una derrota para la democracia.
Sánchez también alertó sobre el «negacionismo de la ultraderecha», afirmando que este fenómeno se manifiesta en la difusión de noticias falsas que agravan el sufrimiento de las víctimas. Aseguró que el movimiento feminista es más fuerte y diverso de lo que algunos sectores pretenden hacer creer, comprometiéndose a trabajar sin descanso en la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Este pacto incluirá 400 nuevas medidas enfocadas en la protección de menores y en la lucha contra diversas formas de violencia, incluyendo la violencia económica, digital y sexual.
