En pleno invierno, las aguas frías de Cape Cod han sido el escenario de un suceso inusual: el hallazgo de un tiburón peregrino de 2.600 kilos varado en una playa de la zona. Este impresionante ejemplar de 7,9 metros de longitud fue descubierto por investigadores que se movilizaron rápidamente a Wellfleet Harbor para tomar muestras de esta especie, conocida por su tamaño y su dieta basada en plancton.
Las circunstancias del hallazgo
Aún se desconocen las causas exactas de la muerte del tiburón hembra, que pudo haber quedado atrapada en el puerto debido a las corrientes. John Chisholm, un investigador local especializado en tiburones, expresó que Cape Cod Bay actúa como un “trampa natural de peces”, donde diversas especies se dirigen hacia el sur desde Canadá al descender las temperaturas. Chisholm sugirió que el tiburón pudo haberse desorientado, quedando atrapado en la zona de marea baja.
Los científicos, tras examinar el animal, no encontraron signos visibles de trauma, como lesiones por colisiones con embarcaciones o enredos en artes de pesca. Internamente, tampoco se observaron indicios de enfermedad. Aparentemente, el tiburón se encontraba en buen estado nutricional, ya que su estómago estaba repleto de krill, un alimento que consume con regularidad.
La edad estimada del tiburón es de aproximadamente 15 años, una cifra que indica que estaba cerca de alcanzar la madurez. Las investigaciones revelaron que el espécimen presentaba callosidades y protuberancias típicas de su especie, lo que sugiere que su salud general no era preocupante antes de su varamiento.
El papel de la comunidad y la naturaleza
Dado el tamaño del tiburón, los investigadores no pudieron moverlo del lugar. Chisholm apuntó que los carroñeros, como las gaviotas, ya habían comenzado a descender sobre la escena, anticipando un festín con el hígado del tiburón. Este fenómeno es parte del ciclo natural, donde la fauna local se alimenta de los restos del gigante marino.
Las autoridades han hecho un llamado a la población para que, en caso de encontrar un tiburón varado, lo informen de inmediato a los funcionarios locales, a través de la aplicación Sharktivity y a la NOAA. Una rápida notificación permite a los científicos llegar al lugar y recolectar muestras para su estudio.
Este incidente pone de relieve la importancia de la vigilancia de las especies marinas en la región, incluso durante los meses más fríos, cuando muchas personas podrían pensar que los tiburones han desaparecido. Chisholm recordó que, aunque los tiburones grandes como el blanco suelen salir de las aguas de Massachusetts en otoño, otras especies siguen presentes y es fundamental estar alerta ante cualquier varamiento.
